Una nueva tormenta política pone al presidente Pedro Castillo en una situación precaria.
La lobista Karelim López, quien busca acogerse a un proceso de colaboración eficaz, señaló al mandatario, ante la fiscalía de lavado de activos, como parte de una mafia en el interior del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). La empresaria también involucró al exministro de Transportes Juan Silva y a cinco legisladores, entre otros personajes.
“Este último escándalo impulsará nuevos esfuerzos para remover a Castillo”, indicó la consultora global de riesgo político Eurasia Group en su último reporte semanal.
“La situación además pone en evidencia el riesgo permanente en el que se encuentra la presidencia de Castillo. Si bien cualquier comentario de López tendría que ser corroborado, algunos partidos políticos ya anunciaron que buscarán la destitución del presidente”, agregó la agencia.
Eurasia Group llama la atención sobre los bajos niveles de popularidad de Pedro Castillo (25% aprueba su gestión, según Ipsos) y anticipa que el indicador caería más tras el escándalo, lo que a la vez generará las condiciones para promover intentos desde el Congreso de la República por destituirlo.
“Los parlamentarios continuarán buscando nuevas formas de vacar a Castillo sin arriesgar sus puestos. De acuerdo con la Constitución, si Castillo es removido, la vicepresidenta Dina Boluarte debe tomar el cargo. Si ella renuncia, o también es removida, el presidente del Congreso asume la presidencia y llama a elecciones (existen visiones contradictorias sobre si son solo presidenciales o generales)”, señala el reporte.
Gabinete Torres
Este último escándalo también ocurre faltando pocos días de la presentación del gabinete encabezado por Aníbal Torres ante el Congreso, prevista para el 8 de marzo.
Eurasia Group considera que la renovación en los ministerios no cambiará el panorama sombrío que enfrenta la gestión del presidente Pedro Castillo.
“El gabinete Torres podría tener éxito en conseguir el voto de confianza, sin embargo, algunos congresistas podrían reconsiderar su posición a la luz del último escándalo”, indica la consultora de riesgo político.