Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Washington (Reuters).- Debe haber sido la estadounidense más impopular en los tiempos modernos, pero eso no impidió que los votantes convalidaran el firme control de los republicanos en ese recinto.

Si bien más de 18 miembros de la Cámara de ambos partidos que buscaban la reelección fueron derrotados, de acuerdo con resultados disponibles el miércoles a primera hora, no hubo algún patrón ideológico o partidista obvio.

El rediseño de algunos distritos, como resultado del censo del 2010, explicó algunas de esas pérdidas.

El resultado podría decepcionar a aquellos que habían esperado una orden clara y nueva de los votantes en temas como el déficit fiscal o la inmigración. En cambio, se obtuvo otro dividido, con profundas diferencias sobre cuestiones económicas acuciantes.

Satisfecho, el presidente de la Cámara baja, John Boehner, dijo a los fieles de su partido la noche de las elecciones que él y sus compañeros republicanos habían "ofrecido soluciones y el pueblo estadounidense quiere respuestas, y esta noche contestó renovando nuestra mayoría republicana en la Cámara".

Si bien Boehner sostuvo que trabajará con "cualquier socio que tenga voluntad", advirtió a los opositores políticos que él continuaría combatiendo las iniciativas demócratas para elevar los impuestos a los ricos. "Con este voto, el pueblo estadounidense también dejó en claro que no hay un mandato para subir impuestos", dijo Boehner.

El resultado podría significar al menos dos años más de un gobierno estadounidense dividido, ya que el presidente demócrata sobre el republicano Mitt Romney y los demócratas retendrían el control del Senado.

Como los republicanos vencieron en la Cámara baja, el tipo de política que practicó el partido en los últimos dos años no parecería haber dañado seriamente a su reputación.

Cuando asuma la nueva Cámara de Representantes en enero, se parecerá mucho a la que casi provocó el cierre de las operaciones del gobierno y un impensable incumplimiento de pagos de la deuda en el 2011, que al final no ocurrió.

Sarah Binder, investigadora de Brookings Institution, dijo que los republicanos podrían ahora estar posicionados para mantener su mayoría por algún tiempo más.

Binder mencionó una "ventaja estructural" que tiene el partido "por la forma en que están repartidos los votantes republicanos por todo el país (…) con fortaleza en las áreas suburbanas y rurales".

El amargo partidismo en la cámara de 435 miembros, que afligió a Obama, habría contribuido a la caída de la aprobación pública del Congreso a mínimos históricos.