La expresidenta de Brasil afirmó que "es falsa la información" de que haya pedido recursos a y a cualquier empresario, informó en un comunicado de prensa.

También negó que haya autorizado pagos a proveedores de servicios en el extranjero, o por medio de la Caja 2 (División de Operaciones Estructuradas, oficina encargada de pagar las coimas en Odebrecht), durante las campañas presidenciales de 2010 y 2014.

Ayer miércoles, según la prensa local, Marcelo Odebrecht dio un testimonio ante autoridades de la justicia electoral (Tribunal Superior Electoral), el cual investiga la financiación irregular para esas campañas.

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Odebrecht dijo que entregó para la campaña de 2014 la suma de 150 millones de reales (hoy US$ 48.3 millones). Además, dijo que al menos una tercera parte del dinero fue negociada con Guido Mantega, exministro de Hacienda, a cambio de favores al grupo.

"No es cierto que Rousseff ha nominado al ex ministro Guido Mantega como su representante ante cualquier empresa con el objetivo de realizar recaudar fondos financieros para las campañas presidenciales. En ambas elecciones, los tesoreros fueron nombrados de conformidad con la ley. Incluso el ex ministro Guido Mantega negó dicha información", señala el comunicado.

Rousseff señaló que la "insistencia" de sospechar del presidente (quien fue su compañero de fórmula en las dos elecciones a las que se presentó Rousseff) daña a la democracia pues no hay información oficial, al tratarse de un proceso judicial bajo estricto secreto procesal.

Según Dilma Rousseff, esas informaciones son "filtradas cuando se conocen nuevas sospechas contra los artífices del golpe de 2016", como suele calificar a Temer y al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que lidera el actual mandatario.