Perú, que pudo acumular ahorros en tiempos de vacas gordas, está destinando recursos récord sin precedentes para atenuar el impacto del coronavirus sobre los ciudadanos más vulnerables.
Dinero en efectivo para 3.5 millones de hogares, bolsas de alimentos para otras 2.5 millones de personas y la liberación de parte de los fondos de pensiones en Perú han sido las medidas más audaces entre los países de América Latina que luchan por contener el golpe de la enfermedad entre los más pobres.
Con una economía de US$ 220,000 millones, el segundo mayor productor mundial de cobre está dirigiendo hasta un 12% del PBI para paliar la crisis en medio de una cuarentena que ha paralizado la sociedad y dejado a millones sin empleo.
¿Pero es suficiente en la lucha contra esta enfermedad?
Mujeres y hombres humildes con mascarillas hacen largas filas todos los días para ingresar a bancos y cobrar S/ 380 (US$ 110) que ha permitido el Gobierno de Martín Vizcarra, un ingeniero que asumió la presidencia hace dos años tras la renuncia de su predecesor envuelto en un caso de corrupción.
Y en los barrios más pobres, militares y policías han tenido que escalar empinados cerros para llevar a viviendas de caña y madera bolsas de alimentos y agua potable. Un 20% de los 32 millones de habitantes del país aún se encuentra viviendo en la pobreza.
Perú, que ha mantenido una economía de libre mercado desde hace tres décadas, ha podido reducir la pobreza con crecimientos promedio por encima del 6% durante varios años. En el 2001, la pobreza era de un 54.8%, según datos oficiales.
Adela Charco, una mujer de 61 años que vive en unos de los cerros de arena de Villa El Salvador en Lima, dice que por la inmovilización obligatoria ya no puede salir a trabajar y ahora se dedica a reponer zapatos de algunos clientes en su vivienda.
“Anteriormente tuve la enfermedad de la TBC y ahora tengo miedo salir y que se complique mi salud. Estoy preocupada, no se qué hacer mi situación es bastante critica”, afirmó.
En tanto su hija Milena, de 21 años, dijo que por falta de recursos dejó hace unos meses sus estudios y se propuso este año a buscar empleo “pero comenzó el coronavirus”. Su padre, Santos Castañeda, de 60 años, solo tenía un trabajo eventual.
Milena ha sido una de las favorecidas para recibir dinero en efectivo en el plan de ayuda del Gobierno, pero tiene que esperar a ser convocada para el día de entrega de dinero.
Salvavida a la clase media
Sin embargo, muchas familias atrapadas en el bolsón de la pobreza en Perú no han salido beneficiadas y el Gobierno ha admitido algunas fallas en la administración de datos, además de errores o pérdidas de documentos de identidad. Incluso algunas personas muertas figuran en el padrón de favorecidos.
El presidente Vizcarra ha lanzado además un salvavida a la clase media al suspender dos meses el aporte al fondo privado de pensiones. Y los que no aportaron en los últimos seis meses por no tener empleo podrán retirar hasta 580 dólares del fondo.
También ha postergado el pago del servicio de agua potable y coordina con firmas privadas para extenderlo a la energía y gas.
“En Latinoamérica no hay ningún país que se acerque a Perú en términos de lanzar un paquete de rescate tan grande”, dijo el economista Carlos Anderson. Y en este afán no interesa sacrificar la fortaleza fiscal que ha lucido el país.
“Si no lo hacemos ahora sencillamente vamos a enfrentar no solamente la muerte por la pandemia, sino la muerte por la pobreza y desesperación. Hay que evitar el caos social”, dijo.
Los recursos para estos planes han superado los gastos de todos los actuales programas sociales del país, un esfuerzo cuyas consecuencias son difíciles de medir pero que el Gobierno prioriza antes de iniciar la recuperación de la economía.
El Gobierno ve aún “factible” una expansión de un 2% de la producción de este año, pero analistas consideran que Perú anotará su primera tasa negativa desde 1998.
El país tiene fortaleza. Con un 30% de su PBI en reservas y la deuda pública más baja entre las mayores economías de la región, Perú goza de sólida estabilidad fiscal y baja inflación. Y la moneda local ha sido la menos volátil en Latinoamérica.
“Hemos hecho un gran esfuerzo para que con recursos del tesoro público atender a las poblaciones más vulnerables”, dijo Vizcarra en una de sus conferencias de prensa diaria para informar el avance de la enfermedad en el país. Después “vendrá la reactivación de la economía”, afirmó.
Hasta el jueves los casos confirmados con el virus sumaban 1,414, con 55 muertos, según datos del Ministerio de Salud.