El Gobierno de Perú expresó su disconformidad con el informe publicado por la Casa Blanca que estima en 72,000 hectáreas la superficie de cultivos ilícitos de hoja en el país andino y en 704 toneladas métricas su producción de cocaína.
El estudio estimativo emitido el último viernes por la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) afirma que la superficie cocalera de Perú aumentó un 38% en el 2019 respecto al año anterior y un 40% su producción de cocaína.
Esos cálculos fueron rebatidos por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú al considerar que el informe "omite aspectos centrales para una adecuada contabilidad de la superficie cultivada con hoja de coca que, de ser incluidos, modificarían sustancialmente los resultados obtenidos".
Para la Cancillería peruana, el aumento tanto de la superficie cocalera del país como de su producción de cocaína no puede estar por encima del 2.4% en el 2019 respecto al 2018.
9,000 hectáreas para consumo tradicional
La diplomacia de Perú lamentó que el estudio de la Casa Blanca no considerase el consumo legal de hoja de coca, una planta ancestral usada desde tiempos prehispánicos que hasta ahora es usada por los habitantes de los Andes para chacchar (mascar, en quechua) y combatir así el cansancio y el bajo nivel de oxígeno a gran altitud.
También se elaboran derivados de la hoja de coca como mates naturales y caramelos sin que estos provoquen ningún efecto psicoactivo ni adicción como sucede con la cocaína, cuya elaboración exige extraer el alcaloide de las hojas con productos químicos.
Las autoridades peruanas calculan que este consumo tradicional y legal procede de unas 9,000 hectáreas que a su vez se traducen en 11,172 toneladas métricas de hoja de coca al año.
"Estas cifras debieron ser excluidas de los datos referidos a cultivo ilícito de hoja de coca o producción potencial de cocaína", dijo en un comunicado la Cancillería peruana sobre el informe del Gobierno de los Estados Unidos.
Miles de hectáreas erradicadas
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú también indicó que el informe de la Casa Blanca no contempla los esfuerzos de erradicación de cultivos ilícitos de hoja de coca realizados en Puno, región fronteriza con Bolivia, donde se han destruido 7,000 hectáreas de cocales en el 2019.
Asimismo, recordó que desde el 2017 la erradicación de cultivos ilícitos de hoja de coca ejecutadas por el Estado peruano han superado las metas anuales previstas y siempre ha estado por encima de las 25,000 hectáreas, lo que ayuda a impedir que la superficie cocalera del país crezca ostensiblemente.
Pese a las diferencias en estos cálculos, el Gobierno peruano ratificó su alta valoración de la cooperación de los Estados Unidos de América en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas.
El informe de la Casa Blanca es la primera estimación especializada en año y medio sobre la superficie cocalera de Perú, cuyos últimos datos oficiales publicados al respecto son referentes al 2017.
Sin nuevos datos oficiales
La última edición del monitoreo de cultivos de coca a cargo de la gubernamental Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) relativo al 2017 fue publicado en diciembre del 2018 y arrojaba una superficie de 49,900 hectáreas, un 14% más que el 2016.
Hasta ahora esa cifra no se ha vuelto a actualizar por parte del Estado peruano, bajo el argumento de que se está trabajando en una nueva metodología más precisa que ayudará a ofrecer una estimación más adecuada de la producción potencial de cocaína.
Durante los años en los que se publica ese documento, el monitoreo de Perú y la UNODC guardaba bastante similitud con los cálculos de la Casa Blanca, que en el 2017 estimaba 49,800 hectáreas de cultivos de coca en Perú.
Perú es por detrás Colombia el segundo productor mundial de cocaína, capaz de fabricar unas 411 toneladas métricas de esta droga al año, según las últimas estimaciones oficiales de esta mercancía que luego es exportada principalmente a Estados Unidos, Europa y Brasil.