Mirko Zimic, jefe del laboratorio de bioinformática de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), informó que junto a un equipo de investigación están desarrollando una posible vacuna contra el coronavirus (COVID-19).
En entrevista a RPP Noticias, Zimic detalló que esta iniciativa surgió hace un mes atrás aproximadamente, mucho antes de que el Gobierno declare la orden de inmovilización obligatoria a nivel nacional.
“Más o menos hará ya un mes atrás, antes que se declare la orden de inamovilidad, en la que una empresa peruana, ubicada en Chincha, que desarrolla y produce vacunas aviares junto con nuestro equipo de investigación de la Cayetano, decidió trabajar en un proyecto para poner en práctica toda la experiencia que se adquirió en casi ya 35 años dedicados a este rubro -vacunas de veterinarias- para emprender una idea y desarrollar una vacuna para este virus que está causando la pandemia del coronavirus", detalló.
En esa línea, explicó que la vacuna que están desarrollando se denomina “proteína recombinante”, la cual no tiene ninguna oportunidad de causar enfermedad y en la que se utiliza “un pedacito del virus” que sirve para la inmunización.
“Este antígeno es el mismo en algunas otras vacunas que se están desarrollando en un poco más de 30 laboratorios en el mundo que han emprendido esta carrera para crear una vacuna para esta enfermedad”, indicó.
Consultado respecto a cuánto tiempo tardaría en estar lista la vacuna, Zimic precisó que primero debe pasar por una serie de pruebas.
“Lo primero que se hizo fue el diseño a partir de la información de los genomas del virus. (...) La tercera semana de abril deberían estar llegando los insumos que han sido ordenados, en este caso son los vacunovirus, (...) los cuales van a ser cultivados en células de infecto que van a producir la proteína con su debida modificación necesaria para que sea útil para ejercer una protección. De esto, serán dos semanas más para tener el primer lote y poder comenzar los estudios de seguridad en animales, ratones y monos”, manifestó.
Asimismo, precisó que finalizada la prueba en animales, que tardaría aproximadamente entre uno o dos meses, se pasa a la fase con personas.
“El reto siguiente es la fase en humanos voluntarios. Un grupo de personas sanas recibirán una dosis de la vacuna para realizar el mismo análisis. Seguirlos durante uno o dos meses y verificar que la vacuna es segura y que levanta una respuesta inmune contra el virus”, sostuvo.