La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dijo que Perú es responsable de la detención arbitraria y violación de una mujer transgénero, en un caso histórico ya que marca la primera vez que se pronuncia sobre una denuncia de tortura contra la comunidad LGBT+.
En un fallo hecho público el lunes, la CIDH dijo que Azul Rojas Marín fue víctima de tortura en el 2008 y ordenó al Gobierno el pago de daños por una cifra no especificada.
Según sus abogados, Marin fue detenida por la policía en el 2008 en el norte de Perú y mientras estaba bajo custodia fue desnudada, golpeada y violada.
Marín había presentado una denuncia penal contra la policía, pero el caso fue desestimado por los fiscales estatales, por lo que grupos de derechos humanos lo llevaron a la Corte Interamericana en su nombre.
El fallo, emitido el 12 de marzo pero hecho público el lunes, ordenó a Perú brindar tratamiento psicológico a la víctima, adoptar nuevos protocolos para investigar ataques contra personas LGBT+ y rastrear estadísticas de violencia contra la comunidad.
"Es un caso emblemático. Es histórico porque clasifica la violencia recibida por esta mujer como tortura", dijo Andre Mere Rivera, un activista local de derechos LGBT+, a la Fundación Thomson Reuters. "Hace al Estado responsable de la violencia y la discriminación que (la comunidad LGBT+) ha sufrido históricamente y continúa sufriendo".
Una portavoz del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Perú no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
En su fallo, el tribunal dijo que la detención de Marín fue discriminatoria, ilegal y arbitraria. La víctima fue "desnudada a la fuerza golpeada en varias oportunidades y fue víctima de violación sexual".
Por lo tanto, el Estado es responsable por la violación de sus derechos, destacó.
El matrimonio entre personas del mismo sexo no está reconocido en Perú, pese a que las personas trans pueden cambiar su género legalmente.