El Perú está entre los cinco países más vulnerables al cambio climático, según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
El Niño Costero del 2017 generó pérdidas por US$ 4,800 millones y dejó casi 300,000 personas damnificadas. El 70% se ubicó en Piura, La Libertad y Lima. Además, cada año, las ciudades peruanas vierten 1,200 millones de metros cúbicos de agua residual al alcantarillado. En la actualidad solo el 2% del agua residual tratada en el Perú es reutilizada formalmente.
Para aumentar la seguridad del abastecimiento del agua se concretó una alianza entre el gobierno peruano, la Cooperación Alemana para el Desarrollo y la Cooperación Suiza SECO. Ellos vienen trabajando juntos desde el 2019, a través del proyecto Proagua II.
Este proyecto es liderado por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) y desarrolla medidas para aumentar la seguridad de abastecimiento de agua por un mínimo de 10% en Piura, Trujillo y Lima.
Además, entre otros, apoya en la mejora del servicio de tratamiento de aguas residuales para aproximadamente 5 millones de personas. Esto gracias a la mejora de la eficiencia en 40 plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR) de 14 EPS (empresas prestadoras de servicios de saneamiento).
El pasado miércoles 14 de julio, el MVCS con apoyo de la Cooperación Alemana y Suiza hicieron la entrega simbólica de equipos a la EPS Grau, EPS ILO, EPS Moquegua, Sedapal, Sedalib, Sedapar y Sedayacucho.
La Cooperación Alemana y Suiza, implementada por la GIZ, está invirtiendo un total de 13 millones de euros para el desarrollo del proyecto.