El Congreso está proponiendo un nuevo retiro de fondo de pensiones, específicamente es el grupo oficialista de Perú Libre quien plantea una iniciativa legislativa que ya se encuentra en las comisiones de Economía y la de Constitución.
Se plantea el retiro hasta por 4 UIT (S/. 17,600) y además de un proyecto que tiene como autor al congresista Roberto Kamiche y que plantea el retiro de hasta 100% de los fondos para los que se acogieron al retiro bajo la Ley 31182. De aprobarse el proyecto, se evaluaría en el pleno del congreso y luego el ejecutivo lo promulgaría en una etapa final.
Este tipo de proyectos de retiro desnaturalizan el propósito del fin previsional, sacrificando ahorro futuro por el presente en detrimento de futuras pensiones o tasas de reemplazo (porcentaje de tu jubilación sobre sueldo). Las tasas de reemplazo en Perú están alrededor del 50%, en Chile y ello ha exacerbado el malestar de la población del país vecino del sur. Las tasas de reemplazo son muy sensibles, si la bolsa de valores se cae un punto, las tasas de reemplazo lo hacen en 10%. Desde el 2009 no se aporta en julio y diciembre para AFP y ello generó que las pensiones se afecten en 2/7. Es decir si se pretende recibir 1,000 soles ahora será 714.
El Congreso no considera la posibilidad descrita anteriormente, cuando las personas beneficiadas se jubilen, los congresistas no estarán con vida y ningún afiliado podrá reclamar a nadie una pensión que no necesariamente va de la mano con el fruto de su esfuerzo de trabajo laboral y adecuada disciplina de aporte.
En Chile las tasas de reemplazo son menores a las peruanas debido a que los aportes están acotados en el lapso de un año. Para el caso peruano, no hay una cota al aporte. Eso si hay que considerar que los aportes se suman exponencialmente y las medidas populistas no conllevan a mejorar las tasas de remplazo. Asimismo, si ya se han hecho varios retiros en el Congreso de Merino del 2020, porque se continua con la desnaturalización de los fondos de pensiones.
Es posible que el congreso actual quiere darse un baño de popularidad, pero los beneficiados son personas de estrato A, B y C que no se han afectado por la recesión del 2020 en su mayoría. Es decir, la medida puede ser populista pero no genera un estímulo a la demanda. Es una medida que sólo combate el malestar, un panadol y no ataca los problemas estructurales de fondo de la economía. Lo importante aquí es generar empleo, mejorar las expectativas empresariales e incentivar la inversión privada. La inversión privada representa un 80% de la inversión total.
Los diferentes paquetes de estímulo de demanda como los planteados arriba no ayudan a reactivar la economía. Incluso los subsidios que se realizaron por 6,000 millones de soles junto al “Bono Yanapay” no han ayudado a este objetivo. Asimismo, los Bonos entregados durante el inicio de la pandemia por el presidente Vizcarra no reactivaron consumo y tampoco hicieron que se queden en casa los beneficiados por el subsidio, con los consiguientes contagios. Políticas de subsidios que estimulan la demanda no pueden ser aplicados permanentemente tanto por el lado del estado como por parte de fondos privados de pensiones que tienen otro propósito.
En este sentido, estímulos de oferta son más efectivos ya que permiten que la inversión privada genere empleo. Nuestros países no tienen un Estado sólido como EE.UU. o Europa, por lo que dependemos, como decía Keynes, de los “espíritus animales” de los inversionistas. Tenemos un boom de metales que no estamos aprovechando, tal como si sucedió del 2006-2013.