Vicepresidente de Research Renta Variable de Credicorp Capital
Durante el año pasado, el sector minero tuvo como viento a favor el incremento significativo en el precio de varios metales, entre los que destacaron el cobre (+51%), el zinc (+32%) y la plata (+22%). Esto permitió un alza importante en los ingresos de las empresas mineras, con el consecuente mayor pago de impuestos, utilidades a los trabajadores y dividendos a los accionistas. Y en el mercado de valores, el sector minero registró una ganancia de 5.6%, el segundo mejor desempeño en la BVL, por encima del avance de 1.4% del Índice General.
Durante las últimas semanas, el contexto se ha vuelto aún más favorable para el sector minero, además de factores estructurales que venían dando soporte a los precios de los metales, por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Específicamente, esta crisis geopolítica está limitando la oferta de algunas materias primas, como consecuencia de las restricciones comerciales y financieras adoptadas contra las exportaciones rusas.
En el caso del cobre, las exportaciones netas de Rusia equivalen a cerca del 3% de la producción de cobre mundial, o 750,000 toneladas, lo cual podría llevar el mercado de cobre a déficit en un escenario extremo.
En el caso del zinc, el eventual corte o reducción de suministro de gas de Rusia a Europa podría incrementar aún más el costo de energía en esa región, limitando o encareciendo más la producción de dicho metal. Finalmente, el precio del oro y la plata también se han visto favorecidos por el conflicto, ante la mayor demanda de dichos metales como activos de reserva de valor, en un contexto de mayor incertidumbre.
Estos nuevos desarrollos en los mercados de metales extenderían los buenos resultados financieros de las mineras peruanas durante este año, lo que ya se ha reflejado en una rentabilidad del sector de 25% a la fecha en la BVL, por encima del 21% del Índice General.
De todos modos, será importante monitorear la evolución del conflicto entre Rusia y Ucrania, pues un escalamiento mayor podría reducir el crecimiento económico mundial y con ello la demanda por metales.