Escribe: Claudia Alfaro, cofundadora de Kaudal.
El Foro Económico Mundial proyecta que un cuarto de los empleos cambiará en los próximos cinco años. Tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA) aumentarán la productividad, pero lo harán de manera desigual, beneficiando a industrias avanzadas y relegando a otras. Ante esta disrupción, la habilidad clave no debería solo centrarse en aprender nuevas tecnologías, sino en desarrollar la adaptabilidad.
Santander Open Academy define la adaptabilidad en el trabajo como la capacidad de ajustarse a los cambios en el desempeño laboral. Bruce Lee lo decía en una frase célebre: “Be like water, my friend”. La idea es que los empleados no solo respondan a nuevas demandas, sino que adopten nuevas habilidades, respondan mejor a la incertidumbre y evolucionen constantemente en sus funciones.
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Por ejemplo, hoy en día se habla mucho sobre enseñar IA, pero lo más probable es que en cinco años también se necesiten otras tecnologías. Entonces, ¿no sería más estratégico que las empresas inviertan en un programa que fomente la adaptabilidad como habilidad transversal? Así, cuando se necesite aprender algo nuevo, las personas estarían dispuestas a dejar lo anterior y comprometerse con la adquisición de nuevos conocimientos.
Liderazgo con un norte claro y flexible
El éxito en la adaptación no depende solo de la tecnología, sino también de un liderazgo que combine dirección clara y flexibilidad. Los líderes deben trazar un norte claro, repetido continuamente, que ofrezca certidumbre sobre el “qué” (los objetivos finales), pero también permitir flexibilidad en el “cómo” (el proceso). La capacidad de abrazar lo incierto, mientras se mantiene un rumbo definido, es lo que impulsa a las organizaciones hacia el éxito en tiempos de cambio.
Un ejemplo de ello podría ser cómo algunos líderes en la industria tecnológica están adoptando metodologías ágiles: enfocándose en objetivos claros, pero permitiendo que sus equipos prueben, aprendan y cambien de enfoque cuando sea necesario.
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Adaptabilidad como ventaja competitiva
Los colaboradores que saben adaptarse y no temen lo nuevo son los más valorados, pues comprenden que su éxito radica en la capacidad de evolucionar. Este enfoque hacia la adaptabilidad no solo se alinea con las demandas cambiantes del mercado, sino que permite a las organizaciones mantenerse competitivas y ágiles en un entorno de constante transformación.
Cinco estrategias para desarrollar una cultura de mejora continua y adaptabilidad:
- Capacitación en el momento adecuado (Just-in-Time Learning): Ofrecer formación continua en el momento en que se necesita, alineada con las tareas reales que se están desempeñando, ayuda a una aplicación inmediata y efectiva de los nuevos conocimientos.
- Rotación de roles y proyectos: Incentivar a los colaboradores a participar en diversas áreas y proyectos los expone a nuevas formas de trabajo y fomenta una mentalidad abierta al cambio.
- Mentoría inversa: Emparejar a colaboradores jóvenes y experimentados para que intercambien habilidades y aprendizajes. Esto les permite aprender mutuamente sobre tecnología y, sobre todo, adaptabilidad.
- Recompensar la flexibilidad y creatividad: Valorar no solo los resultados finales, sino también los esfuerzos por innovar y adaptarse a nuevas formas de trabajo, promoviendo un entorno donde el cambio se aprecie.
- Creación de equipos interfuncionales: Formar grupos de trabajo con personas de diferentes áreas y habilidades, lo que fomenta la colaboración y la adaptabilidad en un entorno multifuncional.
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Adopción tecnológica basada en adaptabilidad
Con una base sólida de adaptabilidad, las organizaciones pueden integrar nuevas tecnologías de manera más eficiente. Algunas estrategias incluyen:
- Capacitación en herramientas emergentes: Entrenamientos continuos en plataformas digitales, IA y automatización.
- Acceso a sandbox tecnológicos: Espacios donde los colaboradores experimenten con nuevas tecnologías sin afectar las operaciones.
- Uso de herramientas low-code y no-code: Permite a empleados sin experiencia técnica desarrollar soluciones digitales, fomentando una mentalidad innovadora.
- Fomentar la autogestión del aprendizaje: Impulsar a cada colaborador a explorar tecnologías que impacten directamente en su rol.
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Aunque estas ideas sobre la adopción de nuevas tecnologías son esenciales, su verdadero impacto dependerá de la base de adaptabilidad que tengan los colaboradores. Desarrollar esta habilidad no solo asegura que puedan enfrentar nuevos desafíos tecnológicos, sino que también garantizará el éxito a largo plazo de la organización.
Como dijo Leon C. Megginson al interpretar la “Teoría de la Evolución” de Darwin:
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor se adapta al cambio.”
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