Economista sénior de Macroconsult
En los próximos años se espera que la economía peruana crezca alrededor de 2.5% en promedio. Este dinamismo, sin embargo, será diferenciado entre regiones del país.
La región con el mejor desempeño sería Moquegua, cuya economía fue la única que no dejó de crecer durante la pandemia. En ella se encuentra en ejecución el proyecto minero Quellaveco con una inversión de casi US$ 5,500 millones, el cual entrará en operación durante el segundo semestre del presente año, convirtiéndose en una de las minas más importantes del país. Lo anterior, sumado al inicio de la construcción de la mina San Gabriel, con una inversión cercana a los US$ 450 millones, haría que el PBI de la región se ubique casi 20% por encima de su nivel prepandemia en 2023.
Otras regiones que exhibirían un crecimiento interesante son Áncash, Arequipa, Cusco, Ica, Junín, y Tacna. Esto debido a que serían favorecidas por los altos precios de los minerales que generarán mayores ingresos por canon, utilidades y reinversiones, así como por la entrada en operación del proyecto minero Ampliación de Toromocho en Junín. Asimismo, estas regiones se beneficiarían en mayor medida de la reactivación del turismo como consecuencia del levantamiento de las restricciones sanitarias y la reapertura de la frontera terrestre con Chile.
Con respecto a las regiones que mostrarían tasas de expansión más cercanas al promedio nacional, están las ubicadas en la costa norte (La Libertad, Lambayeque, Piura y Tumbes) y Loreto. Las primeras debido al buen avance del proyecto Reconstrucción con Cambios y el mejor desempeño del sector agroexportador, uno de los pocos sectores que pudo crecer durante la pandemia. En el caso de Loreto, sería favorecida por la construcción de su primer centro comercial en Iquitos y por inversiones destinadas a incrementar la extracción de petróleo.
En contraste, la región con el más bajo desempeño sería Apurímac. En los últimos años la producción de cobre de Las Bambas, mina que explica buena parte de su economía, ha ido en descenso debido a paralizaciones vinculadas a conflictos sociales. Estos continuarían afectando su PBI, el cual se ubicaría casi 10% por debajo de sus niveles prepandemia hacia 2023.
Otras regiones que crecerían por debajo del promedio nacional son Amazonas, Huancavelica, Huánuco, Pasco y San Martín. Entre ellas se encuentran las más pobres del país y las que poseen una economía donde el sector agrícola tiene un peso importante. Por lo tanto, la alta inflación de los precios al consumidor y la escasez de fertilizantes tendrán un fuerte impacto sobre la capacidad adquisitiva de los hogares y la producción. El Gobierno debería prestar especial atención a estas regiones donde la calidad de vida podría deteriorarse rápidamente.