Asociado principal del área laboral en Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados
En el 2020 se perdieron cerca de 1 millón de empleos en Lima a causa de la pandemia, aumentando la informalidad y la pobreza. El último escrutinio ha dejado un país polarizado, con lo cual resulta probable que esto incremente la conflictividad laboral.
Se espera que el nuevo gobierno enfoque sus esfuerzos en generar empleo y busque incentivar la formalidad, lo que conllevaría a hablar de empleo de calidad con acceso a la salud y a las pensiones.
Esta situación también tendrá un impacto en las relaciones laborales en los próximos meses, por lo que lo más recomendable para las empresas es prepararse y asumirlo como una oportunidad de mejora. Por ello, es importante que se concentren en la revisión del cumplimiento de las normas laborales y consideren los siguientes temas y tareas:
- Potenciar y capacitar al área de recursos humanos, la misma que tendrá un rol protagónico en su tarea de reducir la conflictividad laboral.
- Los sindicatos deben ser sus aliados en la búsqueda de mayor productividad. Se debería buscar un mayor rol del sindicato en la supervisión de temas de seguridad y cumplimiento laboral, pactando beneficios por resultados anuales.
- Evaluar la modificación del sistema de contratación temporal: muchas empresas vienen utilizando contratos temporales desnaturalizados. Es recomendable contratar a plazo indefinido con periodo de prueba, regulando correctamente todas las obligaciones laborales.
- Mejorar el sistema de sanciones disciplinarias: muchas empresas prefieren no renovar a imputar una falta grave. Se debe mejorar las políticas internas, capacitar a los mandos medios e incentivar una mayor productividad.
- Implementar el sistema de negociación frente a posibles conflictos laborales: si hay deuda, hay que pagarla. Es mejor negociar un monto razonable antes que asistir a un proceso judicial o pagar una multa.
Los próximos cinco años serán retadores para todas las empresas formales, pequeñas y grandes, debido a que existe un gran descontento social y es probable que se incrementen los conflictos laborales.
Sin embargo; consideramos que ello es una oportunidad para que el empleador mejore y tenga un mayor compromiso social, respete la jornada y capacite a sus trabajadores.