Decano del Colegio de Economistas de Lima
El Ministerio de Economía y Finanzas tiene como estrategia para lograr una mayor recaudación fiscal que permita elevar los presupuestos, por ejemplo, en salud y educación, los próximos años, ejecutar una reforma en cuestiones tributarias a través del pedido de facultades al Congreso. Esta propuesta aplicaría para el 0.5% de personas naturales a nivel nacional (aquellos que tienen ingresos superiores a 300 mil soles). ¿Es momento de hacerlo?
Es cierto que somos uno de los países de América Latina con una de las tasas más bajas en impuesto a la renta (29%). Es justo que los contribuyentes que más ganen tributen más, sí; pero no nos olvidemos un problema como la evasión tributaria que es donde debería incidir el Gobierno y sus entes encargados Resulta contradictorio hablar de elevar la recaudación cuando los gobiernos regionales no ejecutan sus presupuestos asignados a los proyectos de inversión, incluso con actos de corrupción de por medio. De acuerdo al portal del MEF, al mes de noviembre del presente año en Cajamarca solo se ha ejecutado el 33,8 %, en Ayacucho el 49.9%, en Puno el 31.1 % y la lista es larga. Por años se confundió la idea de la descentralización con desfalcar los recursos del Estado y por ello, urge un cambio de rumbo en rediseñar el proceso de descentralización asignándoles roles de desarrollo económico y competitividad.
No debemos confundir reactivación económica con asistencialismo. Vemos que se adoptan algunos subsidios populistas, sin prever cuánto le costará a nuestra caja fiscal a futuro. Creemos que los esfuerzos deberían estar centrados en la generación de empleo a través de la inversión privada y de una política que aliente a la formalización del mercado laboral y para ello es fundamental que funcione el Consejo Nacional del Trabajo. Una solución podría ser brindar un año de exoneración de impuestos a las mypes que deseen pasar de la informalidad a la formalidad, más el acceso al crédito para inversión y capital de trabajo. En ese sentido, es indispensable que este Gobierno encuentre un equilibrio en la reforma tributaria para no alentar a que los formales se pasen a la informalidad.
Regiones como Cusco, Cajamarca o Ancash deberían contar con los mejores sistemas de educación y salud en las zonas de influencia por el canon sobre canon que registran de la minería, pero no es así por la falta de políticas y hay que mencionarlo, también por la falta de consensos entre Estado, Empresa y Población.
La desconfianza y la improvisación no pueden ser las características principales de un Gobierno que tiene 100 días. El ciudadano de a pie es quien siente en sus bolsillos la inestabilidad política. Es momento de asumir compromisos y trabajar para el pueblo, de una manera articulada entre Ejecutivo y Legislativo para que el Perú avance en un contexto complicado por la pandemia del COVID-19.Ms. Econ. Carlos Castro Gao, Decano del Colegio de Economistas de Lima
El Ministerio de Economía y Finanzas tiene como estrategia para lograr una mayor recaudación fiscal que permita elevar los presupuestos, por ejemplo, en salud y educación, los próximos años, ejecutar una reforma en cuestiones tributarias a través del pedido de facultades al Congreso. Esta propuesta aplicaría para el 0.5% de personas naturales a nivel nacional (aquellos que tienen ingresos superiores a 300 mil soles). ¿Es momento de hacerlo?
Es cierto que somos uno de los países de América Latina con una de las tasas más bajas en impuesto a la renta (29%). Es justo que los contribuyentes que más ganen tributen más, sí; pero no nos olvidemos un problema como la evasión tributaria que es donde debería incidir el Gobierno y sus entes encargados Resulta contradictorio hablar de elevar la recaudación cuando los gobiernos regionales no ejecutan sus presupuestos asignados a los proyectos de inversión, incluso con actos de corrupción de por medio. De acuerdo al portal del MEF, al mes de noviembre del presente año en Cajamarca solo se ha ejecutado el 33,8 %, en Ayacucho el 49.9%, en Puno el 31.1 % y la lista es larga. Por años se confundió la idea de la descentralización con desfalcar los recursos del Estado y por ello, urge un cambio de rumbo en rediseñar el proceso de descentralización asignándoles roles de desarrollo económico y competitividad.
No debemos confundir reactivación económica con asistencialismo. Vemos que se adoptan algunos subsidios populistas, sin prever cuánto le costará a nuestra caja fiscal a futuro. Creemos que los esfuerzos deberían estar centrados en la generación de empleo a través de la inversión privada y de una política que aliente a la formalización del mercado laboral y para ello es fundamental que funcione el Consejo Nacional del Trabajo. Una solución podría ser brindar un año de exoneración de impuestos a las MYPES que deseen pasar de la informalidad a la formalidad, más el acceso al crédito para inversión y capital de trabajo. En ese sentido, es indispensable que este Gobierno encuentre un equilibrio en la reforma tributaria para no alentar a que los formales se pasen a la informalidad.
Regiones como Cusco, Cajamarca o Ancash deberían contar con los mejores sistemas de educación y salud en las zonas de influencia por el canon sobre canon que registran de la minería, pero no es así por la falta de políticas y hay que mencionarlo, también por la falta de consensos entre Estado, Empresa y Población.
La desconfianza y la improvisación no pueden ser las características principales de un Gobierno que tiene 100 días. El ciudadano de a pie es quien siente en sus bolsillos la inestabilidad política. Es momento de asumir compromisos y trabajar para el pueblo, de una manera articulada entre Ejecutivo y Legislativo para que el Perú avance en un contexto complicado por la pandemia del COVID-19.