Ex ministra del Ambiente
Las 53,000 hectáreas de bosque que Madre de Dios ha perdido en los últimos 10 años evidencian las dificultades que encuentra el Estado para regular la minería artesanal y de pequeña escala (MAPE) en la Amazonía peruana.
El esfuerzo por dotarla con un marco regulatorio data de inicios de este siglo, cuando se estableció sus características, derechos y obligaciones, y se encomendó su gestión y supervisión a las autoridades regionales. En Madre de Dios esto coincidió con el alza de la cotización internacional del oro, que se ha quintuplicado en lo que va del siglo, y la construcción de la Carretera Interoceánica Sur propiciando la expansión de las zonas de operación frente a un Gobierno Regional carente de presupuesto para implementar las estrategias de formalización d el MINEM. Así, la MAPE en esta región se convirtió en una incontrolable amenaza al ambiente, la salud y la vida de las personas.
Entre los grupos de poblaciones más vulnerables a esta amenaza figuran mujeres, víctimas frecuentes de violencia y desigualdad en el contexto de una actividad ejercida de manera precaria, insostenible y en algunos casos ilegal. Sin embargo, su participación en la MAPE también presenta oportunidades.
A octubre del 2020, un estudio de USAID mostró que el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) consignaba que 30% y 22% de las operaciones MAPE de personas naturales y jurídicas formalizadas en Madre de Dios eran mujeres y de mujeres, respectivamente. Esta participación, la más alta a nivel nacional, revela un liderazgo empresarial femenino responsable que puede hacer la diferencia frente a años de ilegalidad, deterioro ambiental, impacto negativo en la salud de la población y en las estructuras y dinámicas sociales.
Ello debido a que estas mujeres, con roles directivos y administrativos, crecientemente ejercen un liderazgo basado en responsabilidad y en la incorporación de buenas prácticas sociales y ambientales. Es el caso de la Asociación de Mineros Artesanales Tauro Fátima (AMATAF), presidida por una mujer, que, en convenio con la ONG Pure Earth, apoya las investigaciones para un plan piloto de reforestación y capacita a sus miembros en la extracción de oro sin usar mercurio.
Fortalecer el proceso de formalización minera con un enfoque de género que reconozca las capacidades del liderazgo femenino podría concretar un proceso de cambio positivo acelerado hacia una nueva Minería Artesanal y de Pequeña Escala en la región. Para ello se debe identificar, replicar y escalar aquellas experiencias de explotación minera aluvial aurífera sostenible con tecnologías limpias, ofreciendo acceso a programas de asistencia técnica y financiera; además de acompañar e impulsar los procesos que lideran asociaciones mineras presididas por mujeres.
Capitalizando las experiencias adquiridas y aprovechando el liderazgo femenino en la actividad minera de la región, se podría enriquecer el diseño participativo de políticas públicas en materia de MAPE con enfoque de género, aterrizando en un marco normativo de implementación concreta, así como de sistematización y monitoreo permanente.
Visibilizar el rol de la mujer en el ciclo productivo y cadena de valor de oro aluvial, su participación significativa en los procesos de formalización minera en la región Madre de Dios, así como su predisposición a la implementación de buenas prácticas en la actividad minera, se podría constituir en un aporte significativo a la lucha contra la minería ilegal y sus delitos conexos, ofreciendo una señal de esperanza para la región.