Por Mario Figueroa
Director fundador BTH Group
Todos sabemos que la educación es el cimiento del desarrollo de una sociedad que complementa el crecimiento de una nación, es así que ahora podemos mediante una plataforma digital acceder a más oportunidades y por ende a un mejor nivel de vida. En nuestro país como en muchos en el mundo, consumir un sistema educativo de alta calidad era deliberadamente discriminada por un exclusivo grupo minoritario, pocas personas tenían la posibilidad de solventar fuertes sumas de dinero en centros de estudios y otros, peor aún, veían casi imposible estudiar en el extranjero.
El mundo cambió y la era digital es una inverosímil realidad, ya no es más un cliché que uno solo veía en las películas del futuro, gracias a la tecnología podemos estar conectados sin importar la ubicación, horarios y en muchos casos democratiza la enseñanza a todos los segmentos socioeconómicos y culturales. La educación digital nos transforma, nos perfecciona, nos vuelve seres más competitivos, abriendo las puertas a un gran universo de posibilidades por aprender.
El gran reto de hoy, es que la educación a distancia tenga elevados niveles de calidad, no solo contar con un ordenador, tablet o teléfono inteligente, es indispensable, disponer de una buena señal de internet resulta determinante. Además de los disruptivos nuevos sistemas académicos, los profesores se convierten en una pieza fundamental para que toda esta revolución no deje de tener sentido, el compromiso por parte de ellos de aceptar esta nueva corriente académica será fundamental, la tecnología obliga a cambiar el rol en sus clásicas metodologías pero finalmente su presencia seguirá siendo igual de relevante, habilitando nuevos canales de información como las aulas virtuales a través de video llamadas, chats, mails, etc.
Finalmente en nuestro país hablaremos de la educación con una percepción diferente, este radical cambio permitirá la entrada de nuevos competidores y obligará a los clásicos centros formativos la imperiosa necesidad de re inventarse, el nivel de competencia pasará por la diversificación de carreras y los canales de distribución que permitan a los estudiantes aprender a su propio ritmo, optimizando los tiempos en el consumo de diversas asignaturas para lograr el mismo nivel de aprendizaje que podrían tener en un aula de forma tradicional, presencial.