Economista
La semana pasada el Banco Central de Reserva (BCR) volvió a elevar la tasa de interés de referencia a 3%, por lo general estas medidas se analizan desde una perspectiva financiera, poniéndose poco reparo en los efectos derivados sobre el sector real, por ejemplo. Veamos cómo. El BCR al elevar nuevamente la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos, llegando está a 3%, continúa retirando paulatinamente el estímulo monetario, pero surgen luego dos nuevas complicaciones: La primera es que, desde junio del 2021, la inflación local (3.25%) ha estado por encima del límite (3%) establecido por el BCR. El segundo problema, resulta de una previsible suba de la tasa de interés por la FED, lo cual podría originar mayores salidas de capitales que al 2021 fue del 7.4% del PBI.
El BCR para explicar su decisión de subir la tasa de interés de referencia señalaba: Creciente inflación, con inflación anualizada a diciembre 6.43% en noviembre fue 5,66%. Señala que recién al 4to trimestre del 2022 la inflación estará por debajo del 3% debido a la reversión de las presiones alcistas sobre el tipo de cambio, precios internacionales de combustibles y granos, existiendo aún una importante brecha de producto; elevación de las expectativas de inflación para este año de 3,5 a 3,7% tasas mayores al límite de 3%; expectativas económicas mayoritariamente en tramo pesimista, con afectación adversa sobre la actividad económica mundial por rebrotes del COVID19.
Un elemento clave del contexto actual está definido por las expectativas empresariales: De acuerdo a las encuestas realizadas por el BCR, si trazamos una línea de tendencia de octubre del 2021 hacia adelante, estas son claramente descendentes. Este deterioro respondería a varios factores: Pugnas Ejecutivo legislativo, discontinuidades, Congreso poco dinámico en su función legislativa, discontinuidades al interior del Poder Ejecutivo, limitaciones en formulación, aplicación y monitoreo de políticas públicas, pintorescos procesos electorales por venir en este año a nivel subnacional y la falta de una clara propuesta de política económica para el corto plazo cuando menos.
A la incertidumbre existente, agregaría, la aplicación de medidas de política monetaria desarrolladas por el Banco Central que parecieran poco coordinadas con el Ministerio de Economía y Finanzas. Por ejemplo, desde agosto del 2021, el BCRP ha venido incrementando la tasa de interés de referencia. Siendo el Perú un país pequeño de economía abierta, no puede influenciar en variables económicas cono la tasa de interés internacional ,pero si ser afectado por modificaciones de ella. Opuestamente decisiones de política monetaria de la FED, tienen efectos sobre dicha tasa, por ello, para la toma de decisiones de política monetaria en países emergentes como el nuestro, se toma en cuenta lo que pasa con la economía EEUU en general y las decisiones de su Reserva Federal en particular.
¿Pero qué está sucediendo con la economía norteamericana? En lo fundamental para resumir (por razones de espacio), la existencia de mayores presiones inflacionarias en dicho país de 1.4% a 6.8% entre el 2020 y el 2021 (noviembre) estaría originando que los mercados proyecten que se adelante la suba de la tasa de interés de la FED para este año y no al 2023 como se había previsto originalmente; esto hará que sean más atractivos los activos externos, al aumentarse el rendimiento.
Desde el plano local, desde julio en adelante la inflación anualizada ha estado por fuera del rango superior 3%, llegando la inflación anualizada a diciembre 6.43%.Luego entonces sucesivas elevaciones desde agosto de la tasa de interés de referencia por el BCR pasando de 0.25 al 3%, para que el incrementado rendimiento de activos financieros locales reduzca la salida de capitales, producto de incrementados rendimientos de activos financieros externos. Pero también el efecto buscado de esta mayor tasa de referencia por el BCR, es reducir la demanda y tratar de aminorar la tasa de inflación (no obstante que esta es por costos) encareciendo el crédito también, afectándose adversamente la velocidad de recuperación de la actividad económica y del empleo también. ¿El reconocimiento y cuantificación de estos efectos han sido proyectados y discutidos con el MEF? ¿Están considerados en el Marco Macroeconómico Multianual 2022 2025?