Director UTEC Ventures
El Jobs to be Done es una de las metodologías de innovación más importantes al momento de diseñar una nueva solución digital. Detrás del uso de cualquier solución o producto hay un concepto clave en nuestro usuario, su necesidad subyacente. Una necesidad subyacente es la necesidad profunda y fundamental que un usuario busca satisfacer al adquirir un producto o servicio. Esta necesidad no siempre es evidente y generalmente va más allá de las características y beneficios superficiales del producto. Por ejemplo, cuando alguien compra un taladro eléctrico, la necesidad subyacente es tener un hogar bien decorado y organizado, donde el taladro es una solución para colgar cuadros, estanterías y otros elementos decorativos de manera eficiente.
Al identificar y comprender las necesidades subyacentes de los usuarios, las empresas pueden diseñar productos y servicios que se alineen más estrechamente con esas necesidades fundamentales. Esto a menudo conduce a soluciones más efectivas y a la creación de valor real para los usuarios. Este es el concepto principal detrás de la metodología del Jobs to be Done y, si bien, este concepto puede sonar básico, se sorprenderían de cómo, a menudo, se pasa por alto en los procesos de diseño.
En el libro Jobs to Be Done, Anthony Ulwick ofrece un enfoque sistemático para identificar y comprender mejor las necesidades subyacentes de nuestros usuarios. Ulwick argumenta que, al comprender mejor estas necesidades, las empresas podrán desarrollar mejores productos y servicios. Así, por ejemplo, cuando Apple lanzó el iPhone, se basó en la comprensión de que los consumidores no solo necesitaban un teléfono móvil, sino una forma conveniente de llevar consigo su vida digital. El iPhone se diseñó para ayudar a los usuarios a realizar trabajos como comunicarse, navegar por Internet, tomar fotos y acceder a aplicaciones, lo que lo convirtió en un éxito revolucionario.
El enfoque propuesto por Ulwick se compone de siete elementos:
1. Identificación de trabajos: El primer paso es identificar y definir los trabajos que los usuarios están tratando de completar en sus vidas. Un trabajo puede ser una tarea específica, un problema por resolver o una necesidad que debe satisfacerse. Es fundamental comprender con precisión cuáles son estos trabajos.
2. Segmentación de usuarios: Una vez que se han identificado los trabajos, es importante segmentar a los usuarios en función de sus necesidades y trabajos específicos. Esto permite a las empresas abordar de manera más efectiva las diversas demandas de los usuarios.
3. Recopilación de datos: Se recopila una amplia cantidad de datos a través de entrevistas, encuestas y otras técnicas de investigación para comprender en profundidad cómo los usuarios intentan realizar los trabajos identificados. Esto implica conocer sus metas, sus frustraciones y las soluciones que actualmente utilizan.
4. Análisis de datos: Se analizan los datos recopilados para identificar patrones y tendencias que ayuden a comprender las necesidades no satisfechas de los usuarios y las oportunidades de innovación.
5. Creación de soluciones: Con una comprensión sólida de los trabajos que los usuarios necesitan hacer, las empresas pueden diseñar soluciones que aborden de manera efectiva esas necesidades. Esto puede implicar el desarrollo de nuevos productos, servicios o mejoras en los existentes.
6. Medición del éxito: Una vez que se han implementado las soluciones, es importante medir su éxito en función de cómo ayudan a los usuarios a completar los trabajos y satisfacer sus necesidades. Esto permite realizar ajustes y mejoras continuas.
7. Ciclo de mejora: El proceso es cíclico, lo que significa que las empresas deben seguir recopilando datos y mejorando constantemente sus soluciones para asegurarse de que sigan siendo relevantes y efectivas a medida que evolucionan las necesidades de los usuarios.
La aplicación de esta metodología permitirá no solo fomentar la innovación centrada en el usuario, sino también evitará el error de asumir que el producto actual es la única o la mejor solución para un trabajo específico. También, el identificar trabajos no satisfechos o mal atendidos permitirá a las empresas descubrir oportunidades de mercado y resultará en un crecimiento significativo. Finalmente, al rediseñar soluciones para abordar con mayor eficacia estas tareas, las empresas mejorarán la retención de sus usuarios al satisfacer sus necesidades de manera consistente.
En resumen, la metodología del Jobs to be Done representa un paso obligado en la innovación centrada en el usuario. Las necesidades insatisfechas de hoy se convertirán en las propuestas de valor ganadoras del mañana. ¿Estás listo para transformar tus productos y servicios alineándolos con las necesidades reales de tus clientes? El Jobs to be Done te guiará hacia una innovación efectiva y a la fidelización de clientes satisfechos.