Director independiente de empresas
Para ser exitosos en una lid, sea esta deportiva, de negocios o política, es absolutamente indispensable conocer muy bien al contendor y nunca subestimarlo. Esto implica saber perfectamente cuál es su objetivo central, sus fortalezas y debilidades, así como las estrategias que utiliza, especialmente si suele emplear armas vedadas.
Esta información es clave y debe analizarse detalladamente sin asumir nada. Una vez que se tiene, recién se puede formular un plan estratégico y ajustar los recursos para competir eficazmente.
En el deporte, esto lo hacen los grandes directores técnicos, como lo ha demostrado el profesor Gareca. En los negocios, esto lo hacen los grandes CEO, como lo han demostrado las empresas peruanas que lograron un extraordinario crecimiento e internacionalización en los últimos veinte años.
Sin embargo, en la política este no ha sido el caso, porque los actores principales no han cumplido con sus responsabilidades y han dejado el espacio libre para que el contendor nos supere, envolviéndonos en sus mentiras, trampas y bravuconadas. Un Congreso disfuncional y con intereses particulares; partidos políticos desorganizados y sin liderazgo; reguladores corruptos y parcializados; una prensa en su mayoría mercantilista y parcializada y un empresariado cómplice por su indiferencia.
El contendor está conformado mayormente por incapaces e inmorales que se escudan tras la doctrina trasnochada del comunismo. Sin embargo, cuentan con la asesoría y liderazgo internacional de mercenarios regionales, así como con el apoyo del narcotráfico y la corrupción.
Ellos vienen cumpliendo disciplinadamente con su plan. Tienen muy claro su objetivo central, conocen nuestras debilidades y despliegan sus tramposas estrategias ante nuestra ingenuidad y parálisis.
Nosotros, la oposición, hemos cometido graves errores de indiferencia, desinformación y subestimación y ni siquiera hemos sido capaces de entender el verdadero objetivo y las estrategias del contendor.
Está claro que ellos buscan crear el caos y destruir todo lo que se ha conseguido en los últimos años, para desacreditar al modelo de economía de mercado. De esta manera justificarán el cambio de Constitución para perpetuarse en el poder, someter a la población y saquear al país. Está claro también que no les interesa para nada el bienestar de la población, ni el progreso del país.
Para poder combatirlos, tenemos que entender que este es su verdadero objetivo. No seamos ilusos creyendo que van a enmendar sus errores, nombrar a funcionarios sin prontuarios o que van a renunciar. ¡Esto nunca sucederá!
Ahora que somos conscientes de todo esto y ante la inoperancia de los poderes del Estado, ha llegado el momento de actuar.
Todos los que amamos la libertad y la democracia, tenemos que hacer uso de nuestros derechos constitucionales, alzar la voz, protestar de manera contundente y presionar firmemente al Congreso, a la justicia y a las fuerzas del orden para que cumplan patrióticamente con su deber de salvar al país.