Director del Centro de Estudios de la Mype
En los últimos años el debate sobre la electricidad ha estado centrado en la denominada “guerra comercial” que enfrenta entre sí a las termogeneradoras y a un grupo chino de reciente presencia en el Perú. Esta guerra, producto de los precios bajos en el mercado de la generación, ha llegado a su final con una decisión poco técnica por parte de Osinergmin y COES que no salvaguarda los intereses de los ciudadanos.
Al final del episodio mencionado se ha abierto otro peligroso frente para la ciudadanía y las Mypes. Estamos enfrentando la posibilidad de un incremento al subsidio de las generadoras que usan energías renovables, producto del proyecto de Ley del congresista Alberto de Belaunde quien, aparentemente, buscando promover en el Perú el uso de esta modalidad de generación, pretendía abrir la puerta a la posibilidad de que el Ministerio de Energía y Minas subiera el porcentaje de la prima RER, perjudicando a los consumidores de todos los tamaños.
Está de más decir que es muy atractivo hablar de energías limpias, ¿quién se podría oponer a su promoción? Sin embargo, debemos tener en cuenta la situación económica que atravesamos y el punto en el que se encuentra el país en el desarrollo de su matriz energética.
Empecemos por lo segundo. El Perú ha diversificado sus fuentes de energía e, incluso, tenemos una sobreoferta de electricidad (de ahí su bajo precio de producción). El gas de Camisea representa una fuente de energía barata y creemos que podemos seguir aprovechando la gran cantidad en la que lo tenemos para poder producir la electricidad. En este momento, las fuentes para producir energía no son un problema.
Lo que sí es un problema –y mayúsculo– es la situación económica en la que se encuentran los hogares peruanos y las Mypes que han logrado sobrevivir a la pandemia, que con tanto esfuerzo se están manteniendo a flote. Para hogares que facturan 100 soles, el subsidio a las energías renovables que pretendía el proyecto de ley, probablemente, solo represente 2 ó 3 soles. Sin embargo, para una Mype que utiliza electricidad para sus procesos y hacer sus productos, cuyos recibos ascienden a 8,000 soles mensuales, el porcentaje que se le aplicaría por este subsidio sería un monto desestabilizador en una situación tan delicada.
La Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República archivó el proyecto de ley. Sin embargo, su promotor ha pedido que se reconsidere. Aumentar el subsidio a las energías renovables para promover su uso es, por decir lo menos, inoportuno. Este proyecto, útil en otro momento, podría ser un tiro de gracia para las Mypes y el batacazo final para la economía de miles de hogares que son mantenidos por los micro y pequeño empresarios. Creo que todos podemos convenir en que es momento para concentrarnos en reactivar la economía. Las energías renovables pueden esperar.