LABORAL. En un país donde apenas el 53% de la PEA total posee un empleo adecuado, y donde el porcentaje se reduce a 37% si se mira solo a los jóvenes, el Ministerio de Trabajo ha decidido elaborar un proyecto de ley para promover el empleo juvenil brindando beneficios a las empresas que incorporen jóvenes a través de los contratos indefinidos.

Según ha dado a conocer el ministro Christian Sánchez, los incentivos no apuntan a reducir derechos, sino a otorgar un conjunto de incentivos económicos a las empresas, reducción de cargas sociales, contribuciones al seguro social, aportes a los sistemas de pensiones, subsidios y hasta incentivos para capacitación, pero no se han incluido incentivos relativos al Impuestos a la Renta, pues es un tema que se debe coordinar con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), que es a quien le compete.

Para evitar lo sucedido en las mal llamadas ‘ley pulpín’ del Gobierno de Ollanta Humala y del Gobierno de Pedro Pablo Kucynski , que no tuvieron el apoyo de “la calle”, el ministerio buscará que esta propuesta sea primero consensuada al interior del Consejo Nacional de Trabajo (CNT) antes que el Consejo de Ministro presente la iniciativa ante el Congreso.

La propuesta revela que el ministerio no ha comprendido cabalmente la situación laboral del país, pues estas evitan asumir la flexibilización de la legistación y más bien prefiere imponer por ley la contratación a plazo indefinido.

Pero la contratación de jóvenes es solo una parte del problema laboral. En la raíz de todo está el alto nivel de informalidad que existe y que se manifiesta en que un 72.6% de la Población Económicamente Activa (PEA) es informal. En los últimos años, las búsquedas por reducir los niveles de informalidad han llevado a hablar de la necesidad de flexibilizar la legislación, un debate que si bien el ministerio de Trabajo no ses niega prefiere tratarlo alinterior del CNT, pese a que hay evidencias como los estudiso de Miguel Jaramillo sobre los factores que inciden en la contratación. Sin embargo, el ministro considera que enfocar la estabilidad, el seguro social o las contribuciones que paga un empleador únicamente como un sobrecosto es perder de vista que son sistemas de protección.

Desde otra orilla, Roque Benavides, de la Confiep, sostiene que no se debe buscar la estabilidad laboral porque las empresas tienen subidas y bajadas, y en ese marco es necesario ser flexibles.

Lo cierto es que con apenas un 27.4% de trabajadores formales, es momento de que el presidente Martín Vizcarra ponga el mismo énfasis de las reformas judiciales y políticas para asumir también el retos de cambios en la legislación laboral.