VACUNACIÓN. La meta planteada por el Ejecutivo es lograr que el 100% de la población (posible de inocularse) esté vacunada a fines de diciembre. Esta intención, esbozada ya en el Gobierno pasado, implica vacunar al grupo de 20 y 29 años en octubre y al grupo de 12 a 19 años en noviembre, cerrando brechas en diciembre, según especifica Gabriela Jiménez, directora de inmunizaciones del Minsa (página 21). Sin embargo, esta meta no se condice con lo que está pasando en la realidad.
Según data oficial recogida por el Consejo Privado de Competitividad y Apoyo Consultoría, la velocidad en la vacunación se ha venido reduciendo. En Lima, por ejemplo, es de 59 personas por cada 10,000, mientras que en Loreto es de 29 por cada 10,000. A eso se suma la inequidad que existe en el país, pues al ritmo actual existen provincias a las que les tomaría apenas un mes para tener al 75% de sus habitantes vacunados, mientras que a otras les tomaría 18 meses
Es cierto que en el mes de agosto parte del problema fue el retraso en la llegada de vacunas, y el proceso ha tenido que hacerle frente al rechazo que algunas personas tienen a determinados laboratorios. Sin embargo, los retos para este Gobierno son encontrar nuevas formas de fomentar y acelerar el ritmo de vacunación, así como reducir las brechas e inequidades existentes.
La decisión de coordinar con algunos centros laborales para acercar la vacunación al lugar de trabajo es loable. Se espera que estas coordinaciones incluyan también al sector privado, priorizando los lugares con mayor número de trabajadores. Otra medida que puede ayudar a disuadir a quienes aún no acuden a vacunarse es la acreditación de las dos dosis para espacios comunes, en la que ya se viene trabajando.
Sin embargo, eso no será suficiente. Además de seguir coordinando a nivel de la Cancillería para asegurar la llegada de un número mayor de dosis para evitar las pausas, se requiere buscar la ayuda del sector privado en el tema logístico para cerrar brechas, sobre todo en las provincias más alejadas. Si bien la geografía del país no ayuda, de realizarse las coordinaciones adecuadas con empresas del sector privado con mayor experiencia en distribución y traslado, la labor podría facilitarse y se favorecería así a un mayor número de peruanos.