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TURISMO. El Gobierno espera que en mayo puedan reiniciarse las actividades económicas de manera gradual y paulatina —“lento, para no generar el rebrote de la enfermedad”—. Pero también, como ha reconocido la propia ministra de Economía, el turismo será el último sector que se recuperará.
Tal como advertimos, hace más de tres semanas, este sector —que será uno de los más afectados— deberá plantear de forma creativa los servicios que ofrece. Mientras que el Gobierno tendrá que aprobar medidas muy específicas para su reactivación.
El turismo es la tercera actividad generadora de divisas para el país. En el 2017 los ingresos totales generados en el Perú —tanto por turismo receptivo como interno— sumaron US$ 20,838 millones, equivalentes a 9.8% del PBI. Las cifras revelan que más de tres millones de trabajadores —entre formales e informales— están vinculados a la actividad y se estima que las pérdidas por el coronavirus ascenderán a US$ 6,000 millones.
El turismo interno podría ser el primero en reactivarse y probablemente se oriente a destinos poco concurridos, pues el temor al contagio se mantendrá por un periodo incluso mayor al que determine el Gobierno. Si fuera así, las regiones que dependen más del turismo, como Cusco, Arequipa o el norte del país, seguirán sufriendo pérdidas. En tanto, sobre el futuro del turismo receptivo solo se puede decir que es de pronóstico reservado.
La ministra de Economía, por ahora, prefiere mantener reserva de las medidas que contempla para el turismo, mientras que algunas líneas aéreas y restaurantes ya han usado la figura de la suspensión perfecta de labores ante la falta de ingresos y el futuro incierto de sus actividades.
Como en todos los sectores, el nivel de afectación dependerá del tamaño de la empresa y de si trabaja en la formalidad o no. Pero para todas será importante que el Gobierno tenga clara la estrategia del reinicio de actividades. Para que la pandemia no sea un viaje perdido, el Ejecutivo debe aprovechar la actual situación para formalizar el sector. La posibilidad de acceder a beneficios y ayuda para su reactivación puede ser un gran incentivo para las empresas y con ello para la disminución de la informalidad en el país.