GABINETE. Desde el momento en que se conformó el Consejo de Ministros se dejó en claro el error que cometía el presidente Pedro Castillo al rodearse de un equipo ministerial que –salvo algunas excepciones– está compuesto por personas sin experiencia, en el mejor de los casos, o incluso cuestionadas o con antecedentes policiales y judiciales. La falta de idoneidad tanto profesional como ética no resultaba conveniente para un país que necesita salir de la crisis sanitaria y económica en la que se encuentra y en el que la experiencia juega un rol importante.
Lamentablemente, las primeras impresiones se confirmaron con el pasar de los días. En primer lugar, varios de los ministros nombrados han reincidido en el error eligiendo, a su vez, viceministros o funcionarios sin el conocimiento necesario para asumir sus funciones, en algunos casos el problema ha sido de tal magnitud que llevó a dejar sin efecto los nombramientos dejando varios puestos vacantes cuando el Gobierno está a pocos días de cumplir un mes.
Adicionalmente, salvo el ministro de Economía, que viene realizando diversas transferencias y trabajando en la redacción del nuevo presupuesto –entre otras labores–, o el anunció del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social del Bono 350, el resto de los ministros se ha dedicado a acudir a eventos, realizar encuentros o viajar a diferentes partes del país, pero sin mostrar un plan concreto de la labor que vienen realizando. No se han mostrado metas de corto y mediano plazo, solo vaguedades y ningún avance.
Las páginas web de varios ministerios muestran infinidad de fotos de sus titulares sobre participaciones en foros o visitas y frases armadas que generan mucho ruido, pero que carecen de contenido y de avances concretos para el país.
Mañana el premier deberá presentarse ante el Parlamento y explicar el plan de trabajo de todo su gabinete. Es de esperar que este sea más que un listado de lavandería, sino que muestre el camino que seguirá el Gobierno para salir de la difícil situación en que se encuentra el país. Sin embargo, es poco probable que ello suceda debido a que ni el presidente ni los ministros han tenido la lucidez de rodearse de personas con la capacidad y la experiencia necesaria. Un cambio en este sentido es indispensable.