Editorial de Gestión. Uno de los ámbitos donde el avance es casi imperceptible es en el relacionado a la violencia de género. (Foto: EFE)
Editorial de Gestión. Uno de los ámbitos donde el avance es casi imperceptible es en el relacionado a la violencia de género. (Foto: EFE)

DÍA DE LA MUJER. Aunque el marketing trate de convencernos de lo contrario, el 8 de marzo no se trata de un día para celebrar, se trata de una fecha para conmemorar la lucha por buscar la equidad de oportunidades y reivindicar la igualdad de derechos de la mujer frente al hombre. En comparación con el siglo XIX e incluso con el siglo XX las mujeres se encuentran hoy en una mejor posición Han conquistado derechos que antes eran impensables: votar, estudiar, ser propietarias, manejar sus propios bienes y un sinfín más que hoy se dan por sentados. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer y la pandemia ha venido a complicar más una labor que ya era difícil.

Las cifras evidencian que la crisis económica generada por el COVID-19 ha golpeado en mayor medida a las mujeres. Debido a que un alto porcentaje se autoempleaba o trabajaba en sectores vinculados al servicio (42%, según el INEI), un 60% ha perdido su fuente de ingresos y en aquellas que siguen laborando la brecha salarial, entre hombres y mujeres, aumentó en 23%. No será fácil recuperar los espacios perdidos, sobre todo porque la realidad ha demostrado que se requieren medidas más imaginativas que simples leyes declarativas para acabar con la discriminación. Para poner solo un ejemplo, desde el 2017 existe una norma para asegurar que a igual trabajo igual paga, pero esta diferencia se sigue dando.

Es necesario reconocer que, si bien se han hecho avances en la equidad de género, sobre todo en el ámbito laboral y familiar y con mayor claridad entre las personas más jóvenes (según evidencia la última encuesta de Datum que publicamos hoy), en el ámbito político queda un largo camino por recorrer. Pero, tal como ha sucedido y sucede en otros ámbitos, es un esfuerzo transversal y de largo aliento que difícilmente terminará a través de una ley de cuotas.

Lograr que la igualdad entre hombres y mujeres pase del papel a la realidad beneficia y ayuda al crecimiento del país. Pero no todo puede quedar en manos del Estado. Por ejemplo, según la última encuesta Enares-INEI, 53% de encuestados piensa que la mujer debe cumplir primero su rol de madre y esposa, y luego cumplir sus sueños, lo que evidencia que la sociedad y las mujeres también tienen su parte. La primera educación es en casa, y mientras no se destierren las actitudes machistas al interior del hogar, de poco servirán todos los demás esfuerzos. No en vano uno de los ámbitos donde el avance es casi imperceptible es en el relacionado a la violencia de género. Hay muchas piedras en el camino, pero eso no impide que se deba seguir avanzando.