ECONOMÍA. En un reciente artículo en Gestión, el ministro Kurt Burneo reconoció que el crecimiento de la actividad económica para este año sería muy bajo, e incluso adelantó que existe un riesgo real de que el Perú caiga en recesión abierta, lo que genera una contracción del PBI y la destrucción de empleos. Para hacerles frente a las fuerzas externas e internas que explican la actual desaceleración de la actividad económica y de la creación de empleos, el ministro adelantó que será necesaria una política fiscal que empuje la economía y el empleo hacia adelante y contrarreste este contexto macroeconómico adverso.
Estas declaraciones mostrarían a un ministro trabajando en la búsqueda de medidas que le hagan frente a este riesgo inminente de enfriamiento, acciones que deberían ir más allá de solo Reactiva III y que requieren que el ministro tenga una conversación clara y transparente con todos los actores económicos del país. Sin embargo, queda la duda de si el titular de Economía estaría arando en el mar.
En primer lugar, las medidas que pudiera estar trabajando su sector necesitarán del trabajo conjunto de los otros miembros del gabinete. En ese sentido, ¿podrá contar con el ministro de Trabajo, que está más interesado en escuchar al pequeño porcentaje de trabajadores sindicalizados que en buscar cómo hacer que el porcentaje de empleos informales descienda y que un mayor número de peruanos pueda contar con derechos laborales básicos?, ¿tendrá a su favor a un ministro de la Producción cuya presencia casi ni se siente?, ¿el ministro de Comercio Exterior y Turismo podrá colaborar, cuando hasta el momento está más interesado en ser un vocero político que en trabajar a favor de su sector? ¿Ni qué decir de los ministros de Vivienda o Transportes, cuando el primero tiene un proceso en curso y el segundo está siendo investigado por la Fiscalía?
En segundo lugar, las medidas que quiera implementar el inquilino del jirón Junín también podrían necesitar el apoyo del Congreso, y allí los inconvenientes tampoco serán pocos. ¿Conseguirá conversar con congresistas que han sido amenazados por el presidente y el premier?, ¿podría lograr el apoyo de un Parlamento que durante el primer año ha estado más interesado en aprobar medidas populistas que en revisar si se trata de medidas técnicas y viables económicamente?
Para poder sacar al país de la situación en la que se encuentra, el ministro Burneo necesita buscar el apoyo necesario para sus medidas más allá del Gabinete y el Parlamento, solo así podría conseguir resultados.