INFLACIÓN. El Fondo Monetario ha reducido sus previsiones sobre el crecimiento de la economía mundial para este año. El organismo estima ahora una expansión de 4.4% en el 2022 y una desaceleración del avance a 3.8% un año después.
El organismo advirtió, además, que las nuevas restricciones que provocó la variante ómicron acentuaron los problemas en la cadena de suministros, presionando al alza los precios, un riesgo que viene elevando el nivel de preocupación en el mundo.
En Estados Unidos, la mayor economía global, la inflación anualizada ha llegado a un 7.5% en enero, su mayor nivel en más de cuatro décadas. La Reserva Federal estadounidense, que había expresado su confianza en que la inflación sea solo temporal, poco a poco ha pasado a admitir que el alza de precios será más prolongada de lo estimado inicialmente, por lo que ahora se apresta a subir su tasa de interés.
El repunte de la inflación también se viene apreciando en los países de la región, con Chile, Colombia y México, con alzas de precios anualizadas de alrededor de 7%. En el Perú, la tasa anualizada llega ya a 6.33%.
Aunque las economías latinoamericanas luchan aún por superar los estragos dejados por la pandemia, la inflación ha impulsado también una ola de alzas de tasas de interés, incluido nuestro país. Pero esos incrementos ponen en riesgo la recuperación de la economía de la región.
Los mayores riesgos de desaceleración en el crecimiento se dan además cuando China, economía que registró poco impacto en los inicios de la pandemia, ahora viene afrontando un significativo enfriamiento. La economía del gigante asiático se expandió 4% en los últimos tres meses del 2021, tasa que fue la menor en 18 meses. Las tensiones entre Rusia y Ucrania suman también mayor preocupación.
En un reciente informe, Moody’s advierte que las presiones inflacionarias se mantendrán en la región, las mismas que pueden ser acentuadas por alzas del dólar producidas por las situaciones políticas internas en los países de la región.
En ese contexto, los bancos centrales de la región deberán calibrar bien el ritmo del ajuste monetario que vienen implementando, de modo tal que no dañe la recuperación económica tras la pandemia. Y ese ritmo de ajuste estará en parte condicionado por la magnitud del alza y el ritmo al cual la Fed emprenda también su ajuste monetario. Hace unas semanas, apenas se esperaban tres alzas en el año y ahora las previsiones apuntan a seis aumentos. Ese posible ritmo acelerado para el alza de tasa de interés ya despierta advertencias de recesión en la que se venía constituyendo en la locomotora mundial.