Editorial: Con heridas leves

AGROEXPORTACIÓN. La guerra comercial que el Gobierno de Estados Unidos le declaró a China ha ocasionado la reducción de los precios de las exportaciones, la revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del PBI mundial y el recorte de las tasas de interés en buen número de países –con el propósito de estimular sus economías–. El Perú no ha sido inmune al conflicto: la economía nacional se ha enfriado más de lo pensado y las exportaciones están en declive.

Las principales afectadas han sido las tradicionales y como representan más de dos tercios del total de ventas de bienes peruanos al exterior, han teñido de rojo el total: entre enero y julio, la contracción fue de 7.1% con respecto al mismo periodo del año pasado. Para el cierre del año, el BCR espera una caída menos pronunciada (1.8%), mientras que el MEF, siempre ubicado en el lado optimista aunque sus proyecciones terminan siendo menos acertadas que las de la autoridad monetaria, calcula un ligero incremento (0.8%).

Pero a pesar de la guerra comercial y la caída generalizada de los precios de exportación, hay envíos no tradicionales (XNT) peruanos que continúan firmes, y han destacado como las agroexportaciones. En efecto, según cifras del BCR, entre enero y julio las XNT crecieron 2.9%, lideradas por las agropecuarias (7.9%).

Los resultados obtenidos obedecen, en parte, al aprovechamiento de los TLC que el país tiene vigentes con sus principales socios comerciales y a la aceptación que gozan los alimentos peruanos en el exterior. En julio, por ejemplo, las agroexportaciones totales (tradicionales y no tradicionales) aumentaron 26.5% con respecto al mismo mes del 2018, la tasa más alta desde mayo del 2015, aunque hay que anotar que el rubro con mayor valor agregado supera en doce veces al tradicional.

Si bien las agroexportaciones no se han visto afectadas por “eventos fortuitos en el exterior”, es preciso revisar tendencias y cifras recientes para estar seguros. Y las XNT agropecuarias se redujeron en tres de los primeros siete meses del año (2.5% en febrero, 0.77% en abril y 5.2% en mayo), mientras que su crecimiento hasta julio ha sido la mitad de lo que registraron en el mismo periodo del año pasado (16.15%).

En suma, la guerra comercial no ha causado estragos en las agroexportaciones, pero sí ha provocado heridas leves. Es cierto que su buen posicionamiento apuntala su resistencia, pero también hay que estar atentos. Por eso es importante la decisión del Ejecutivo de insistir ante el Congreso en la aprobación del dictamen del proyecto de ley que amplía por 10 años la vigencia de la Ley de Promoción Agraria.