(Foto referencial: Provías)
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PROYECTOS. La semana pasada, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) presentó su cartera de proyectos de infraestructura de transporte. El documento contiene de todo, desde carreteras y autopistas, pasando por ferrocarriles, puertos y aeropuertos, hasta la red de metros de Lima. Se trata de obras por varias decenas de miles de dólares, lo cual puede traducirse en una mejora sustancial de la competitividad de la economía peruana.

Hay que resaltar que el MTC se ha preocupado por establecer una planificación a gran escala de su trabajo, algo que otros ministerios y entidades del Estado no se toman la molestia de hacer –o comunicar–, como por ejemplo el Congreso o las instituciones del sistema judicial. Lo positivo es que se podrá hacer seguimiento a la cartera de proyectos; lo negativo, que con demasiada frecuencia nadie asume esa responsabilidad.

Sin embargo, hay que tomar con pinzas los anuncios del MTC, tanto a nivel del financiamiento que se esboza en las obras como en las fechas programadas para la adjudicación de los proyectos, el inicio de las obras y su puesta en operación. Es que la experiencia muestra que, una y otra vez, los cronogramas sufren aplazamientos, generalmente ocasionados por trabas burocráticas de toda índole. El caso del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez es “emblemático” de este grave problema: el inicio de su ampliación lleva posponiéndose desde hace doce años –que serán trece cuando las obras arranquen, el 2019–.

A pesar de que el año pasado el entonces titular del MTC, Bruno Giuffra, quizá llevado por un exceso de entusiasmo, anunció el “destrabe” del proyecto, lo cierto es que hasta hoy enfrenta obstáculos. Tal vez haya suerte y pronto se resuelva lo correspondiente a su estudio de impacto ambiental, pero aún está pendiente un litigio por un predio que había sido donado al Estado.

Sucede que la escritura pública de dicha cesión nunca se realizó. En todos estos años, ¿nadie en el MTC, Ositran o ProInversión se percató de ese “detalle”?

A nivel de financiamiento si bien los montos son preliminares, los esquemas de financiamiento no necesariamente pueden ser los mejores en lo que se refiere a la inversión privada con cofinanciamiento estatal. Hay que evaluar con mayor cuidado si la participación estatal es la mejor alternativa, sobre todo después de la experiencia de los megaproyectos que hasta ahora no se ejecutan.

Pero también es necesario que se comience a trabajar de manera distinta en solucionar los aspectos técnicos y legales que en el pasado se convirtieron en una traba. Mientras no se aplique una reingeniería total en dichos temas, la cartera de proyectos del MTC solo será una lista llena de buenos deseos.

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