RESULTADOS 2021. El MEF no se cansa de vanagloriarse por el crecimiento del PBI y de la inversión pública del año pasado, aunque, pecando de mezquindad, no reconoce que el mayor impulso en esos indicadores se dio durante los primeros meses, es decir, con el Gobierno de Francisco Sagasti y con Waldo Mendoza al frente de ese ministerio. Por el contrario, la inversión pública se redujo en el cuarto trimestre del 2021 y el PBI comenzó a desacelerarse, con Pedro Castillo en la Presidencia y Pedro Francke liderando el MEF.
La Sunat acaba de sumarse al coro de la jactancia, aunque, a decir verdad, las cifras que mostró el jueves en una nota de prensa son impresionantes: la recaudación tributaria sumó S/ 139,952 millones, superando en más de S/ 13,000 millones lo proyectado en el Marco Macroeconómico Multianual. El aumento fue de 44.4% con respecto al 2020 y de 19.2% con respecto al 2019 (antes de la pandemia). Además, la presión tributaria fue de 16.1%, la más alta de los últimos siete años, según la entidad. Lo que no figura en el análisis es la cuantificación de todos los factores de ese incremento.
Solo se menciona que S/ 6,600 millones correspondieron a la cancelación de deudas tributarias, a los que se sumaron “ingresos (tributarios) generados por un grupo de operaciones económicas de venta y/o reorganización de empresas”, sin especificarse el monto. Se trata de ingresos extraordinarios, que no se repetirán, a menos que exista la certeza de que se recuperarán más acreencias –la nota de prensa no lo indica–.
Tampoco se cuantifica el impacto que tuvieron en el incremento de las importaciones y de la recaudación de aranceles, el alza de las cotizaciones internacionales de combustibles, y otros insumos, y del tipo de cambio, ni del alza de las cotizaciones internacionales de metales en los ingresos tributarios provenientes de la minería. Sí se informa que este sector pagó 217% más en impuestos que en el 2020, de lejos el mayor aumento (S/ 5,000 millones de la deuda recuperada provendrían de empresas mineras). El segundo correspondió a construcción, con 39%.
En suma, ¿cuánto de esa recaudación récord fue por factores exógenos y cuánto por mejoras en el trabajo de la Sunat? Lo que sí se sabe, lamentablemente, es que esta ola positiva de altos precios de los metales no se está aprovechando por la inexistente promoción de la inversión minera, y de la inversión privada en general. Este año solo arrancará un megaproyecto (Quellaveco). Y el menor crecimiento esperado de la economía no augura una repetición de las buenas cifras de recaudación.