Redacción Gestión

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UN PAQUETE MÁS. La economía peruana ha estado recibiendo fuertes dosis de estímulo desde que, en setiembre del año pasado, Alonso Segura se hizo cargo del MEF. Pero los magros resultados del PBI, que hasta febrero seguían siendo decepcionantes, serían prueba de que los sucesivos paquetes económicos han sido insuficientes.

La nueva inyección, esta vez por S/. 5,000 millones (0.8% del PBI), será consecuencia de la ampliación de la exoneración de descuentos a las gratificaciones que reciben los trabajadores, y con la reducción de seis a cuatro remuneraciones del monto intangible de la CTS. Ambas medidas son proyectos de ley que el Ejecutivo ha enviado al Congreso, es decir, no se está esperando el otorgamiento de facultades legislativas para poner manos a la obra.

Una medida que ya se aprobó por decreto supremo del MEF –que habíamos sugerido en esta columna– es la revisión del sistema de franja de precios que se aplica a la importación de azúcar, leche y maíz, y 40 de sus subproductos, cuyo arancel máximo ahora será 20%. Esta reducción busca trasladar al consumidor final las menores cotizaciones internacionales de estos bienes y también implicaría el abaratamiento del pollo, pues su principal insumo es el maíz amarillo duro.

Suponemos que el BCR estará de plácemes. Es que la inflación sigue ubicándose en el tramo superior del rango meta y una caída en los precios de productos clave de la canasta básica le daría espacio para futuros recortes de su tasa de interés. Pero hay que estar muy atentos, pues una circunstancia similar –el abaratamiento internacional del petróleo– no se reflejó en los precios de los combustibles. En todo caso, se trata de medidas de impacto de corto plazo. Si bien hay otras acciones que se pueden adoptar, pero el Gobierno ya no tiene ni la fuerza política, ni tampoco la capacidad para asumir esa tarea. Por eso reiteramos nuestra preocupación con la facultades solicitadas.

Así las cosas, el MEF ha adoptado una posición cautelosa en el Marco Macroeconómico Multianual 2016-2018, aprobado la semana pasada, pues ha ubicado su estimación del crecimiento del PBI de este año en un rango bastante amplio (entre 3.5% y 4.5%). El buen resultado, según el MEF, de la manufactura en marzo –se expandió luego de diez meses en rojo– y la recuperación de la minería e hidrocarburos, podrían marcar el inicio de la recuperación… o no.