Editorial: A mano de privados

ESSALUD. Actualmente se discute si debe ser permanente la norma que permite que las gratificaciones de julio y diciembre no sufran descuento por concepto pensionario (AFP u ONP) y que el pago que las empresas hacen a Essalud (9% de las gratificaciones) sea entregado directamente al trabajador.

Quienes están en contra de que el descuento sea permanente, incluido el MEF, esgrimen que los aportes a Essalud se hacen sobre la base de los ingresos anuales del trabajador y que se perjudicará la gestión financiera de la entidad al contar con menores ingresos. Por el contrario, quienes apoyan la medida señalan que los aportes son mensuales y no se debe pagar dos veces en un mes.

Un punto que casi no se comenta es que aquellos trabajadores que además de Essalud cuentan con un seguro privado (EPS), no reciben el 9%, sino solo un 6.75%, pues el empleador debe hacer el pago adicional, en julio y diciembre, a las entidades prestadoras de salud.

¿Por qué nadie reclama por este pago y sí por el pago a Essalud? Muy simple: por eficiencia. Nadie duda de que los servicios brindados por los privados, sin ser perfectos, cumplen buena parte de su cometido, algo que no se puede decir de Essalud.

Lamentablemente, la entidad ha sido utilizada políticamente por todos los gobiernos en diferentes formas, incluso ampliando su cobertura indiscriminadamente. En todo este tiempo no se han visto grandes mejoras en la prestación del servicio y, por el contrario, surgen dudas sobre la manera en que se utilizan los recursos que obtiene.

Si bien hay un gran déficit de hospitales, y personal, el año pasado Essalud tenía programados S/. 148 millones para proyectos de inversión y ejecutó solo S/. 76 millones. Por el contrario, destinó más de S/. 800 millones a inversiones financieras.

Hay que tener en cuenta que el presupuesto de Essalud no sale de las arcas del Estado, y depende exclusivamente del aporte que hacen las empresas por sus trabajadores y de los jubilados. Además, la entidad tiene como finalidad beneficiar a los trabajadores; entonces ¿por qué su administración está en manos estatales? ¿Cómo esperar que el Estado pueda ser un buen administrador de salud, cuando no logra ser eficiente con los hospitales del Minsa, o los de la sanidad militar y policial?

Ya es tiempo de que la administración de Essalud pase a manos de empresarios y trabajadores. Son los privados los más interesados en su buen funcionamiento y solo así se podría evitar un mal uso de los recursos.