Editorial: Gota a gota

Agua y saneamiento. El modelo de las empresas prestadoras de servicios de saneamiento (EPS) que existen en el país no funciona, y por ello el ministro Francisco Dumler anunció que, durante el primer trimestre de este año, algunas de dichas empresas pasarían a funcionar mediante el sistema de asociaciones público-privadas (APP) e incluso aseguró que en ProInversión ya existían varios interesados.

Lamentablemente, estamos a mitad del primer trimestre y si bien hay cinco proyectos de iniciativa privada en evaluación en la cartera de ProInversión aún no se han visto avances concretos.

A pesar de que el agua es un recurso tan importante para toda la población, ningún Gobierno ha podido, hasta el momento, tratar este tema desde el aspecto técnico, pues el fantasma del incremento de tarifas, si el servicio pasa a manos "privadas", es algo que preocupa a los políticos, y las entidades del Ejecutivo se esfuerzan en buscar mecanismos para que eso no ocurra.

Mientras eso sucede, la mayoría de EPS no cumple sus funciones adecuadamente (según el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento solo nueve logran llegar al calificativo de regular) y Sedapal, a pesar de obtener mayores ingresos, tiene una caída en sus utilidades de 47% millones, lo que ha llevado al presidente Humala a reconocer que se trata de una empresa llena de burócratas que marcha a paso de tortuga.

Lograr mejoras en este sector llevará, sin duda, a un incremento de las tarifas —pues muchas de ellas están por debajo de su valor real—, que generará un fastidio en la población, pero actualmente las personas que no cuentan con agua y/o desagüe pagan un precio mucho mayor y, por lo general, se trata de gente con menores recursos.

En medio de este difícil panorama hay que saludar el esfuerzo que se está realizando para regular las tarifas de aguas subterráneas, que son usadas generalmente a nivel industrial; ojalá que el proceso no demore más de la cuenta y termine siendo desechado por el próximo Gobierno. Propuestas menos demagógicas y más realistas es lo que se requiere en esta materia.