Redacción Gestión

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RIESGO POLÍTICO. Es comprensible que los políticos de un país se vean enfrascados en enfrentamientos los unos con los otros de forma regular. Es comprensible también tener un ambiente político crispado en un país tan grande y multicultural como el nuestro. Sin embargo, a diferencia de países más desarrollados, donde las discrepancias suelen girar en torno a la dirección más adecuada que debe asumir el país, acá, las cosas no podrían estar más lejos.

La semana pasada, un predijo correctamente que se produciría una "bomba" que remecería el país. La predicción, claro, no fue una tarea muy difícil tomando en cuenta que sería él mismo quien la fabricaría. Unos días después, el país entero comentaba acerca de la autenticidad del rumor desatado. Parte de la oposición fue rápida, obviamente, en construir nuevos rumores sobre aquel que involucraban la carrera presidencial en el 2016.

Poco antes, presenciamos la desautorización pública al acerca de los temas que están en agenda y los que no en su gabinete. Tema que, claro, desató una crisis que llevó al Legislativo a abstenerse de darle el voto de confianza al Ejecutivo en una primera instancia.

Además de eso, tan solo en las últimas semanas hemos visto denuncias a una ministra, al premier y a una congresista por conflicto de intereses. Y, claro, denuncias por corrupción y sospechas de asesinato que involucran al presidente regional de un departamento, a algunos congresistas y hasta a los cargos más altos dentro del Ministerio Público.

Por último, tenemos la investigación a un expresidente su predecesor también está siendo investigado y el suyo, a su vez, está en prisión que se ha convertido en una guerra sucia entre dos bandos, donde se debate todo menos los fundamentos de la acusación.

Ciertamente, algunos de estos eventos son inevitables en política. No obstante, la persistencia de este tipo de noticias no solo pone al desnudo la calidad de nuestros políticos y la debilidad de nuestras instituciones sino que afecta la gobernabilidad del país, afectando también el clima económico y las decisiones de inversión.