Redacción Gestión

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Cifras. Como ya lo había adelantado el presidente del BCR, Julio Velarde, será imposible que este año la inflación regrese al rango meta (entre 1% y 3%) que la entidad establece como objetivo de su política monetaria. En los primeros ocho meses del año, dicho indicador registró una variación acumulada de 3.4%, en tanto que la anualizada se ubica en 4.04%. La inflación subyacente, que excluye los precios más volátiles de la economía, a fin de aislarla de efectos exógenos, también está fuera del rango meta.

Esos datos corresponden a Lima Metropolitana, pues a nivel nacional el acumulado fue de 3.09% y el anualizado, 3.81% (estos cálculos incluyen a otras 25 ciudades). Estos resultados se dan debido al componente importado de la inflación, pues la devaluación de nuestra moneda se está trasladando gradualmente. Y es que, como era de esperarse, el alza del dólar influyó en algunos precios, como los de alquiler de vivienda, aunque su mayor impacto parece estar en maquinaria y equipos, y materiales de construcción, que en agosto registraron saltos notables respecto a julio.

Cabe precisar que el INEI solo publica información de estos indicadores (materiales de construcción, maquinaria y equipos) para Lima Metropolitana, pero para los productos al por mayor la información es a nivel nacional y los precios de los productos al por mayor importados aumentaron debido al alza del dólar.

Pasemos a las noticias alentadoras. Por tercer mes consecutivo, el valor bruto de la producción agropecuaria se incrementó en julio (respecto al mismo mes del año anterior), comportamiento que se extiende a cinco meses seguidos para el caso de minería e hidrocarburos. Considerando el peso que tienen estos sectores, sobre todo el segundo, la variación del PBI de julio sería positiva.

En cuanto al sistema financiero, en julio, según el INEI, el crédito en moneda nacional aumentó, en tanto que cayó en moneda extranjera –en línea con la desdolarización que promueve el BCR–. Habría que estar atentos a la morosidad, que está aumentando desde marzo. La nota discordante la puso el sector público, pues tanto su gasto de consumo como de inversión se redujeron en julio. Preocupa sobremanera que este último indicador sea incluso inferior al de julio del 2013.

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