Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

SUSPENDIDO. El 2014 termina con una buena noticia para la débil institucionalidad del país. Si él reafirmó que no renunciaría, el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) tenía otra idea en mente y, por unanimidad, decidió suspender por seis meses al fiscal de la Nación, Carlos Ramos Heredia. Este hecho inédito se explica porque su máxima autoridad tiene abiertos cuatro procesos disciplinarios por casos de corrupción, cuyos tentáculos se extienden por todos lados.

La estrategia de victimización que Ramos utilizó desde que en abril fue elegido por la Junta de Fiscales –que existían intereses particulares que lo querían fuera– no rindió frutos. Y aunque el CNM demoró más de la cuenta en suspenderlo, casi siete meses desde que asumió el cargo, consideramos que la decisión fue acertada y que el siguiente paso debe ser su destitución.

Es que resulta inaudito que quien supuestamente investiga a nombre del Estado y defiende la legalidad sea parte de las investigaciones y que su labor previa como fiscal no se haya caracterizado por la independencia y autonomía que su cargo exige, según dan cuenta los numerosos informes periodísticos divulgados a la fecha. El entorpecimiento de las pesquisas y el amedrentamiento de testigos y colaboradores eficaces no son las habilidades que debe desarrollar, ni exhibir, un fiscal.

Si bien fue el propio CNM quien eligió a Ramos como fiscal supremo, en enero del 2011, es saludable que haya prestado atención y evaluado los cuestionamientos que afrontaba el ahora suspendido fiscal. El cambio comenzó en octubre, cuando le abrió dos procesos disciplinarios debido a su actuación en el caso La Centralita y un tercero por su presunta relación con Rodolfo Orellana. El cuarto proceso le fue abierto este mes y tiene que ver con el entrampamiento del trabajo de un grupo de fiscales que investigaba irregularidades en la gestión del hoy preso César Álvarez en Áncash.

Gestión se opuso rotundamente a que Ramos asumiera como fiscal de la Nación e insistió en exigir que, por lo menos, sea suspendido, pero lo ideal sería comenzar a pensar en un reemplazo que esté libre de polémicas.

TAGS RELACIONADOS