Consultora senior en Psicología Ocupacional de Marsh
Entre los meses de febrero, marzo y abril de 2021, segundo año de pandemia, la población femenina con empleo creció 8.6% respecto al mismo periodo del año 2020; sin embargo, la comparación con el 2019 reflejaba una caída de -18,7%, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). La pérdida de empleos para las mujeres fue mayor que en el caso de los hombres y su recuperación aún no alcanza los niveles pre pandemia, debido a que el confinamiento forzó a las mujeres que viven en pareja a retrotraerse al hogar y el cuidado familiar.
Las estrategias para la inclusión de las mujeres frente a un periodo post-COVID serán esenciales para brindar estabilidad y retornar su participación en la actividad económica, sobre todo para el empleo formal. Cabe precisar que, de acuerdo a información de Marsh, el 66% de las organizaciones en el Perú que consideran importante la revisión de beneficios inclusivos, priorizaría enfocarlos en la mujer.
Dentro de las iniciativas que podrían considerar las empresas para la inclusión en el periodo post pandemia se encuentra el diseño de instrumentos que favorezca la flexibilidad laboral. Ello con el objetivo de reducir los obstáculos para que las mujeres puedan ingresar al mercado laboral, dado que el COVID-19 empujó a muchas a actividades en casa y las obligó a retirarse del mercado. Debido a estas nuevas circunstancias, para quienes conviven con sus familias, los métodos como el trabajo remoto o modelos híbridos continúan siendo los más útiles, dadas las responsabilidades compartidas entre lo laboral y lo familiar.
El recurso protector más usado en las mujeres durante el 2021, ha sido el soporte y apoyo de la familia, impactando favorablemente en un 68% de 3865 que completaron la herramienta Pulso Psicológico de Marsh.
Asimismo, es importante que las organizaciones trabajen en políticas de reclutamiento que no incluyan cláusulas que pudieran resultar excluyentes, como contratar solo a mujeres que no son madres. Los programas que faciliten el cuidado infantil serán importantes frente a esta nueva etapa.
En este sentido, de acuerdo a información de Marsh, el 57% de las mujeres ha sentido tranquilidad de las medidas preventivas frente a la coyuntura Covid-19 que implementaron sus organizaciones durante el último año.
Además, se debe contar con políticas de compensaciones equitativas. Según un reciente informe del Banco Mundial, cerca de 2.400 millones de mujeres en edad de trabajar no tienen igualdad de oportunidades económicas. Mientras que en América Latina y el Caribe las mujeres tienen acceso a menos de las tres cuartas partes de los derechos legales que se otorgan a los hombres.
Cabe precisar que, según la ONU, América registró la mayor pérdida de empleos de mujeres a causa de la pandemia, y aquellas que aún trabajan lo hacen en condiciones de salarios bajos y jornadas de trabajos prolongadas. La caída de estos espacios laborales puede generar un impacto en su salud física y emocional lo que contribuiría a una baja satisfacción y productividad tanto en el ámbito laboral, personal como familiar. En este sentido es importante gestionar e implementar acciones enfocadas a promover experiencias positivas de trabajo que consideren la flexibilidad y que permita el desarrollo de sus habilidades.