Oscar Lúcar, gerente vicepresidente de Marsh
Hasta mediados de este año más del 80% de las empresas dedicadas al sector construcción había detenido sus operaciones total o parcialmente, de acuerdo a cifras de Marsh; sin embargo, la industria constructora ha demostrado una capacidad de recuperación notable durante la peor etapa de la pandemia de la COVID-19 y durante un periodo de cambios importantes en la economía mundial.
La actividad constructora en el Perú, por ejemplo, tuvo un incremento en su nivel de operaciones de 46,5% hasta el cierre del último mes. Estas cifras se ubican por encima de los niveles prepandemia, que además de generarse por un efecto de rebote, también se debió a una fuerte dinámica en el propio sector.
Si bien es cierto que, en el país, este mercado ha crecido durante los últimos 12 meses y que se proyecta una contribución del 14,9% en el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 2021, también podría verse interrumpido debido a los riesgos políticos del país.
A nivel global, hasta el cierre del 2020, el año en el que la pandemia tuvo mayores consecuencias en la economía a nivel global, la producción mundial de la construcción fue de 10,7 billones de dólares. En ese sentido, la industria de la construcción global se convertirá en un motor global para el crecimiento económico y la recuperación de la COVID-19, por lo que se estima que, entre 2020 y 2030, el sector construcción pueda alcanzar los US$ 15,2 billones.
Riesgos de pandemia en el sector
La COVID-19 ha traído cambios a todos los sectores económicos y las empresas del sector construcción no han sido ajenas a medidas tomadas para la prevención y reducción de casos entre sus trabajadores. El 98% de estas compañías, en el Perú han contado con un médico ocupacional como principal profesional de la salud para brindar soporte a estas empresas.
La reincorporación de trabajadores del sector construcción diagnosticados con COVID-19, es aún un desafío. Con los nuevos protocolos de reincorporación, el 29% de las empresas del sector construcción solo permiten el retorno a la labor de sus empleados que hayan completado el periodo de alta epidemiológica que es de 14 días, mientras que el 27% solicita una prueba con resultado negativo y la aprobación de un médico, además del alta epidemiológica.
No hay que olvidar que la pandemia es un riesgo que ha aparecido recientemente. Previo al 2020, las organizaciones consideraban a los desastres naturales, riesgos políticos, entre otros, como los principales factores que podrían detener el crecimiento de su actividad económica. Frente a los riesgos de estas amenazas externas, las empresas han considerado como necesario añadir nuevos tipos de seguros.
El estudio de Marsh señala que 22% de las empresas del sector construcción contrata seguros adicionales a los exigibles por ley. Por ejemplo, el 50% ha contratado seguros para los traslados de ida o retorno a los centros de trabajo, sedes o proyectos, mientras que el 17% ha contratado seguros para fenómenos naturales como terremotos, tsunamis, entre otros.
La rápida propagación del virus de la COVID-19 ha generado desafíos para empresas de todos los sectores. Sin embargo, también se han generado espacios para repensar cómo veníamos manejando los temas de salud a nivel organizacional, un claro ejemplo son las nuevas coberturas por parte de los seguros que se ofrecen a los trabajadores. Las empresas del sector construcción que se adapten rápidamente e inviertan en programas que garanticen la salud y bienestar de sus colaboradores estarán mejor preparadas para responder y recuperarse de los impactos que esta pandemia sigue generando.