VP Ejecutivo Región Américas Gold Fields
En el primer año del Gobierno de Pedro Castillo se han suscitado episodios relacionados a la minería que, en su momento, han valido críticas rotundas, pero que deben servir para el aprendizaje de todos: no más propuestas tributarias sin sustento técnico, no más anuncios populistas sobre cierre de minas, recuperar la meritocracia y capacidad técnica en las instituciones públicas y cesar la campaña de desprestigio en contra de una minería responsable (como lo ocurrido en el Foro de Davos).
Con un año a cuestas, esperamos que las autoridades hayan podido certificar en la práctica (más allá de discursos e ideologías) que la minería es fundamental para el Perú; y hoy nos permite amortiguar el golpe de una crisis internacional, sumada a la inestabilidad política, económica y social que afrontamos desde hace algunos años. Así lo ha reconocido también la agencia Fitch en su “Informe de Riesgo País, con Previsiones al 2031″. Nuestra riqueza mineral es una clara oportunidad de desarrollo, aun cuando somos vulnerables a la situación del mercado mundial. Este actualmente afronta una severa inflación y riesgo de crisis alimentaria, como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania y las últimas medidas de confinamiento de China por el covid-19, generando una menor demanda de productos, incluso de commodities. Aun así, el Perú, con su amplia gama de minerales, ha sabido responder a esta situación.
El Gobierno lo sabe. Según el Minem, el 57% de las exportaciones nacionales en el primer trimestre del año corresponde a exportaciones mineras (US$ 9,579 millones), destacándose entre los principales productos de exportación nacional el cobre (55.6% de participación), estaño (28.7%) y el oro (14.6%). Les siguen los productos agropecuarios (12.1%) y de energía como petróleo y gas natural (11.1%). A ello se suma la capacidad de inversión minera, que subsiste ante la inestabilidad y poca predictibilidad jurídica. Esta alcanzó los US$ 1,443 millones (enero - abril); y de no ser por ello estaríamos hablando de un decrecimiento de las inversiones en el país.
Esto es importante para el ingreso de divisas para el Perú, que permiten un mayor equilibrio de la moneda nacional frente al dólar, considerando que muchos insumos que hoy tienen precios inflacionarios (como los fertilizantes) cuestan en dólares.
Gracias a nuestra producción, el país aún tiene capacidad para mitigar esta crisis. Hay recursos para comprar los fertilizantes que necesita el agro, pero falta capacidad de gestión para su adquisición transparente y distribución. Y esa capacidad se evidencia también en un nuevo Bono Alimentario, así como en el incremento en S/ 305 millones en subvenciones para los programas sociales.
Esperamos que el Gobierno sepa identificar esta oportunidad que da la minería y estimule su desarrollo para potenciar otras actividades. Preparémonos para el futuro, donde los países potencia (hoy en crisis) requerirán nuestros minerales para su reactivación económica y para este proceso de cambio global hacia una tecnología limpia (como la electromovilidad), donde el cobre es un insumo importante. Nosotros lo tenemos. No dejemos que el tren de la historia se nos vaya de nuevo.