Profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura
Elevar los niveles de competitividad y productividad con empleo decente es uno de los cuatro objetivos nacionales del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional (PEDN): Perú al 2050. Y, si bien la empresa privada goza de autonomía para definir sus objetivos específicos y acciones correspondientes, pareciera razonable que los formule fijando posición con el PEDN 2050, al menos en materia del objetivo nacional, especialmente en lo referido a los problemas de desempleo y subempleo, entre otros.
De acuerdo con el INEI-Enaho, Perú: línea de base de los principales indicadores disponibles de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2021, la tasa de empleo formal fue de 24.7% el 2020, cayendo 2.9% respecto del 2018; y, el trabajo informal aumentó 2.9% alcanzando el 75.3%. La meta 8.5 (de aquí al 2030) pretende lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente, para hombres y mujeres; y la igualdad remunerativa por trabajo de igual valor.
El 2020, el ingreso medio por hora de empleados y empleadas fue de 6.6 soles (7.2 para los del área urbana y 3.7 para los del área rural), experimentando un descenso respecto del 2019 (7.3 soles) por la pandemia del COVID-19. Moquegua, Lima Metropolitana, Arequipa alcanzan el mayor ingreso medio por hora.
Al 2020, 1,153.153 personas del área urbana están desempleadas: la tasa se incrementó, prácticamente, en un 100% del 2019 (4.8%) al 2020 (9.4%) y registró una mayor incidencia en el desempleo femenino. Asimismo, el desempleo afectó significativamente a los jóvenes de 14 a 29 años, alcanzando un 19.9 %, tasa mayor que la de las personas de 25 a 59 años (7.6%). A ocho años de la Agenda 2030, queda claro que la pandemia ha supuesto un gran repliegue socioeconómico. El compromiso patriótico supone trabajar los 365 días del año desde todos sectores, público y privado, con prospectiva y alineamiento estratégico. Hacerlo supone también adoptar postura sobre algunas definiciones preliminares: ¿qué se entiende por trabajo decente? ¿existen mecanismos para recoger la percepción de los empleados? ¿La generación de empleo alude a jóvenes, mujeres y a varones, para combatir el foco del subempleo y el desempleo? ¿Están definidos formalmente estos objetivos en la empresa?
García Pintos, en Me lo contó el mar, alude la trascendencia del hombre, contraponiendo su esencia comunitaria a la indiferencia: “Soñé que crecía el compromiso, que la participación del hombre acababa con los olvidados de siempre, que las relaciones se movilizaban por un amor dado y recibido, sin medirlo y sin tener necesidad de pedirlo; soñé con una humanidad trabajando por ser mejor sin esperar el milagro de que así sea”.
Solo cada empresario (directivo y/o dueño) puede hacer que la oscuridad brille. Así, sí puede jugar el Perú.