Un acuerdo entre AstraZeneca y cuatro países europeos sobre vacunas contra la enfermedad COVID-19 implica que las dosis serán compartidas por los miembros de la Unión Europea de manera proporcional conforme a su población, según dijo el lunes una fuente de la oficina del presidente francés.
La farmacéutica británica firmó un contrato con Francia, Alemania, Italia y Países Bajos durante el fin de semana para obtener hasta 400 millones de dosis de su vacuna experimental.
Los gobiernos se han apresurado a garantizarse la compra anticipada de tratamientos prometedores de inmunización contra el coronavirus ante la preocupación en la UE por la posibilidad de que el bloque no haya actuado tan rápido como otras regiones o países.
“El principio del acuerdo es que las vacunas se distribuirán de forma prorrateada, en función de la población”, dijo la fuente francesa. “Lo que hemos pedido y lo que se ha acordado es que la producción se lleve a cabo en Europa”.
Países Bajos también dejó claro el lunes que las vacunas estarían disponibles para todos los países de la UE que firmen el programa, después de que Bélgica criticara el acuerdo.
La ministra de Salud belga, Maggie De Block, dijo que la Comisión Europea debería coordinar la compra de vacunas para mostrar solidaridad y asegurar que ningún miembro de la UE se quede atrás.
El ministro de Salud holandés Hugo de Jonge dijo que las críticas al acuerdo eran muy extrañas porque otros estados miembros de la UE tendrían acceso a las vacunas, que todavía están en ensayos clínicos.
Los diplomáticos dijeron que muchas naciones más pequeñas habían pedido una estrategia común de la UE para la adquisición en una reunión de los ministros de salud el viernes, cuando los cuatro países se consultaron sobre sus planes.
Al preguntárseles cómo encajaría su acuerdo con el plan de la UE de invertir unos 2,000 millones de euros (US$ 2,300 millones) en la compra de vacunas prometedoras, un portavoz de la Comisión dijo que las iniciativas estaban conectadas y eran complementarias.
Francia prevé llegar pronto a acuerdos similares con otras empresas farmacéuticas, dijo la fuente francesa.
El llamamiento hecho en mayo por la farmacéutica francesa Sanofi para una mayor colaboración en la UE en la búsqueda de una vacuna fue objetivo de críticas, sobre todo después de que su consejero delegado dijera que las dosis producidas en Estados Unidos, que puso rápidamente sobre la mesa fondos para la investigación, irían primero a los pacientes estadounidenses.
El consejero delegado de Sanofi, Paul Hudson, matizó más tarde sus comentarios, insistiendo en que cualquier vacuna contra el coronavirus llegaría a todas las partes del mundo.