La Comisión Europea (CE) confirmó que estudia la posibilidad de aplicar medidas excepcionales de intervención en los mercados para hacer frente a los efectos en el sector agrario de la invasión rusa de Ucrania.
“La CE trabaja en la puesta en marcha de medidas excepcionales de mercado que deben finalizarse, construirse, para estar listas lo más rápido posible”, declaró el ministro francés de Agricultura, Julien Denormandie, cuyo país ocupa la presidencia rotatoria de la Unión Europea (UE).
El político se expresó así tras la videoconferencia de ministros de Agricultura de la UE celebrada este miércoles para analizar el impacto de la guerra en Ucrania sobre el sector agrario.
Ucrania es uno de los principales exportadores de trigo, maíz, girasol, harina y aceite de girasol, por lo que la paralización de sus ventas ha impactado en las cotizaciones internacionales de materias primas destinadas a la alimentación animal.
El comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, precisó que esas medidas de intervención en los mercados podrían centrarse en el sector de la carne de cerdo, pero también mencionó el almacenamiento privado, que implica la concesión de ayudas europeas para retirar producto del mercado de forma transitoria para recuperar los precios, con el objetivo de que al reducir la oferta los importes mejoren.
“Tenemos que hacer todo un análisis para ver qué resultados sacamos de esa reflexión. Una reserva de crisis, otra posibilidad, también vamos a estudiarlo”, comentó. Esa reserva agrícola sirve para financiar medidas de mercado en tiempos de crisis.
Para hacer frente al impacto de la guerra en el corto plazo, Denormandie comunicó que los ministros también abogaron por “hacer todo para liberar el potencial de producción agrícola desde ahora para las campañas que puedan empezar hoy”.
“Los ciclos de cultivo no siempre nos permiten lanzar cualquier tipo de cultivo, pero hay algunos que sí que son posibles, como el cultivo de proteínas, que aportan elementos interesantes, sobre todo, para alimentar el ganado”, expuso.
El ministro detalló que durante el encuentro se propuso poder usar barbechos para producir en ellos proteínas.
“El comisario nos ha dicho que a título personal era partidario de una medida de este tipo, pero que tendría que haber debates internos dentro de la Comisión y que nos diría rápidamente cuál es su opinión”, explicó Denormandie.
Asimismo, se pidió la movilización del grupo de expertos del Mecanismo de Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria y de grupos de alto nivel sobre porcino o aves de corral.
También en el corto plazo, los ministros acordaron “poder movilizar las instancias internacionales, más allá de Europa, que tengan un papel importante”, según indicó Denormandie, como el Foro de Respuesta Rápida del Sistema de Información de Mercados Agrícolas, G20, G7 o FAO.
A más largo plazo, los ministros pusieron el acento en la importancia de garantizar la seguridad alimentaria europea y, en ese sentido, se abrió la puerta a revaluar las estrategias comunitarias de biodiversidad y “De la granja a la mesa”, con la que se busca una producción y un consumo alimentario más sostenibles.
“La seguridad alimentaria está en peligro y, por lo tanto, esos objetivos que nos hemos marcado en esas dos estrategias tienen que ser reexaminados a la luz de esta nueva situación”, dijo el comisario, pero recalcó que no se trata de dejar de lado esas iniciativas.
Precisó que la guerra tendrá especial repercusión en el sector primario de Polonia, Alemania o de los Países Bajos, así como sobre los países más cercanos geográficamente a Rusia, como Estonia, Letonia o Lituania.
Según el Ministerio de Agricultura español, España exportó el pasado año a Ucrania productos agroalimentarios por un valor de 175 millones de euros, mientras que las importaciones ascendieron a 1,027 millones de euros (el 2.5% del total), entre las que destacan cereales, sobre todo, maíz, y aceite de girasol.
El ministro español, Luis Planas, solicitó a la CE que adopte medidas urgentes que aseguren el abastecimiento en el mercado europeo de los productos más afectados por la guerra en Ucrania, en especial, cereales y oleaginosas, y aseguró que “preocupan no solo los precios, sino también la disponibilidad de las materias primas”, según informó el Ministerio en un comunicado.
En el ámbito agrario, Planas señaló que este conflicto está desencadenando un incremento en los precios de las materias primas e incertidumbre sobre su abastecimiento, que afectan principalmente al sector ganadero y que se suman a los problemas derivados de la sequía en la Península Ibérica.
Para paliar esta situación, España solicitó a la Comisión la activación de los mecanismos previstos en la Organización Común de los Mercados Agrarios, para conceder apoyos a los sectores más afectados.
Ante una posible prolongación del conflicto, expresó la necesidad de que la Comisión estudie medidas para adaptar las ayudas directas de la Política Agraria Común al nuevo escenario, de manera que sea posible aumentar la disponibilidad de superficies destinadas a la producción de cereales y oleaginosas.