La Unión Europea (UE) aceptó este jueves la candidatura de Ucrania para adherir al bloque, en un claro gesto de apoyo a ese país que resiste desde hace cuatro meses a una invasión rusa que se está apoderando de toda su región oriental.
La cumbre de los 27 países de la UE en Bruselas también acordó el estatuto de candidata a Moldavia, otra exrepública soviética con parte de su territorio controlado por separatistas prorrusos.
“Es un momento único e histórico en las relaciones entre Ucrania y la UE”, tuiteó el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, agregando que “el futuro de Ucrania se encuentra en el seno de la UE”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, cuyo país ejerce la presidencia semestral de la UE, afirmo que esa decisión envía “una señal muy fuerte” a las autoridades rusas.
Los ucranianos “luchan para defender nuestros valores, su soberanía y su integridad territorial, y se lo debemos también a Moldavia, si tenemos en cuenta la situación política de desestabilización que atraviesa” ese país, agregó.
El mandatario francés se refería a las tensiones entre las autoridades moldavas y la región separatista prorrusa de Transnistria, que se agudizaron en las últimas semanas.
“Estamos iniciando nuestro camino hacia la UE, que aportará prosperidad a los moldavos, ofrecerá mayores posibilidades y garantizará una mejoría del orden en el país”, escribió en su cuenta de Facebook la presidenta moldava, Maia Sandu.
Ucrania y Moldavia presentaron sus candidaturas poco después del inicio de la invasión rusa de Ucrania. La celeridad de la aceptación contrasta con los largos plazos que deben esperar otros países, aunque el proceso de adhesión propiamente dicho puede llevar años.
Resistencia “inútil”
En el frente bélico, Rusia mantiene su ofensiva sobre las ciudades gemelas de Severodonetsk y Lysychansk, en la región de Lugansk.
Esa región, junto a la de Donetsk, conforman la cuenca del Donbás, que desde el 2014 ya está parcialmente bajo control de separatistas prorrusos.
El gobernador de Lugansk, Serguéi Gaidai, indicó que los rusos “multiplican las ofensivas para rodear” a las tropas ucranianas y que se habían apoderado de Loskutivka y de Rai-Oleksandrivkam, a unos kilómetros de Lysychansk.
Y el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, dijo que “no hay ningún lugar, ninguna ciudad de la región de Donetsk que sea seguro”.
Según Kyrylenko, la comandancia ucraniana “hace todo lo posible” para evitar que los soldados ucranianos sean “rodeados” en Severodonetsk y en Lysychansk, que constituyen el último foco de resistencia en la zona.
“La misión principal es frenar el avance del enemigo hacia [las ciudades de] Sloviansk y Kramatorsk”, más al oeste, indicó.
Estados Unidos anunció el envío de una nueva partida de ayuda militar a Ucrania por US$ 450 millones.
“Este paquete contiene armas y equipos, incluidos nuevos sistemas de cohetes de artillería de alta movilidad”, precisó el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby.
Sin embargo, un representante de los separatistas prorrusos calificó de “inútil” la resistencia ucraniana.
“Creo que al ritmo que van nuestros soldados, muy pronto todo el territorio de la República Popular de Lugansk estará liberado”, declaró por videollamada el teniente coronel Andrei Marochko.
Los bombardeos se suceden en otras partes del país, como la región nororiental de Járkov, donde murieron quince personas el martes. En Mikolaiv (sur), Rusia anunció haber destruido 49 depósitos de carburante y tres centros de reparación de vehículos blindados.
El miércoles, dos almacenes de granos fueron alcanzados por los bombardeos rusos en la misma región, según sus operadores.
Los puertos de Mikolaiv y Odesa están bloqueados desde el comienzo del conflicto, lo que paraliza el transporte marítimo de cereales. Las exportaciones rusas se ven afectadas a su vez por las sanciones occidentales.
Muchos países ven amenazada su seguridad alimentaria, debido a su dependencia del grano ucraniano y de los fertilizantes rusos.
La crisis “debe solucionarse en un mes, sin lo cual las consecuencias podrían ser devastadoras”, declaró la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss.
Putin pide cooperación con los BRICS
El presidente ruso, Vladimir Putin, instó al grupo de potencias emergentes de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) a una mayor cooperación para hacer frente a las “acciones egoístas” de las potencias occidentales.
Putin denunció los intentos de esos países de “servirse de mecanismos financieros para hacer que todo el mundo sea responsable de sus propios errores de política macroeconómica”.
Según Putin, los BRICS podrían contar con el apoyo de “varios países de Asia, África y América Latina que aspiran a llevar a cabo una política independiente”.
El ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, instó por su lado a los países africanos a “mantenerse junto a Ucrania” y a “no comprar cereales ucranianos robados”, según dijo, por las fuerzas rusas.
A la cumbre europea de este jueves en Bruselas le seguirá otra del G7 de las mayores potencias occidentales y una tercera de la OTAN, en las que participará el presidente estadounidense, Joe Biden. En esas tres citas se debatirá cómo ayudar financieramente a Ucrania.