La Unión Europea (UE) abrió un nuevo frente de tensiones con China al iniciar un procedimiento contra el gigante asiático ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por prácticas comerciales que considera discriminatorias hacia Lituania.
“La UE lanzó hoy (jueves) un caso en la OMC contra China por sus prácticas comerciales discriminatorias contra Lituania, que también afectan a otras exportaciones del mercado único europeo”, anunció la Comisión Europea en un comunicado.
El detonante de la nueva crisis fue la decisión china de restringir importaciones desde Lituania por la autorización de ese país a la instalación de una Oficina de Representación de Taiwán, un territorio con gobierno autónomo que Pekín considera propio.
La reacción china al anuncio de la UE fue prácticamente inmediata. “Afirmar que China ejerce una ‘coerción’ contra Lituania no tiene fundamento. El problema entre China y Lituania es de orden político, no económico”, dijo el portavoz de la cancillería china, Zhao Lijian.
Para Zhao, “el problema es que Lituania ha traicionado sus compromisos” y se trata “de una cuestión de orden bilateral. No es una cuestión entre China y la UE”.
A su vez, el canciller lituano, Gabrielius Landsbergis, dijo que en la UE “no tolerará ninguna coerción económica políticamente motivada”.
Por su parte la cancillería taiwanesa instó “a China a que renuncie a cualquier medida económica inapropiada y cese todas las coacciones económicas contra Lituania y otros países en forma inmediata”.
Los mecanismos internos de la OMC prevén como primera etapa en estos procedimientos lo que denomina “pedido de consultas”, una fase en que China deberá presentar informaciones adicionales sobre las medidas adoptadas.
Si esa fase no logre avances, la UE podrá pedir a la OMC la formación de un grupo encargado de analizar y arbitrar la cuestión, en un escenario que podría llevar años en resolverse.
En Lituania, sin embargo, la cuestión motivó controversias. El presidente Gitanas Nauseda dijo que era un “error” utilizar el nombre Oficina de Representación de Taiwán. Pero el canciller Landsbergis aseguró que no había ninguna iniciativa en ese sentido.
“Respeto mutuo”
Los dirigentes políticos y económicos de Lituania acusan a China de bloquear desde julio las importaciones procedentes de este país báltico, además de otras restricciones económicas.
La UE asegura haber “acumulado pruebas de diferentes tipos de restricciones chinas”, como “rechazo aduanero de mercancías lituanas, el rechazo de peticiones de importación procedentes de Lituania o presiones en otras empresas europeas para que retiren los compuestos lituanos de sus cadenas de aprovisionamiento”.
El comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, señaló este jueves que la UE valoraba la relación con China como un “asociado vital”, pero añadió que “nuestra relación requiere respeto mutuo”.
Dombrovskis agregó que el bloque europeo mantendría abiertos los canales para resolver la disputa por canales diplomáticos.
Se trata del más reciente paso en el deterioro de las relaciones entre la UE y China. Un acuerdo de protección mutua de inversiones, que había sido trabajosamente negociado durante años, quedó virtualmente congelado a raíz de las tensiones.
A raíz de la decisión lituana de permitir la apertura de la oficina de Taiwán, China rebajó el nivel de los lazos diplomáticos con ese país e interrumpió la emisión de visados.
La exjefa del gobierno de Alemania, Angela Merkel, fue la principal impulsora de una mejora en las relaciones con China y promovió una cumbre que a causa de la pandemia de coronavirus se limitó a una videoconferencia.
En el 2021 las relaciones se deterioraron todavía más después que la UE adoptara sanciones contra funcionarios chinos por la represión a la minoría musulmana uigur, una decisión que llevó a China a adoptar represalias equivalentes contra ciudadanos europeos.