El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy acusó a las fuerzas armadas rusas de cometer atrocidades en Ucrania y solicitó al Consejo de Seguridad de la ONU que los responsables sean llevados inmediatamente ante la justicia por crímenes de guerra ante un tribunal similar al que se estableció en Nuremberg después de la Segunda Guerra Mundial.
En una videollamada desde Ucrania, Zelenskyy dijo que civiles fueron torturados, recibieron disparos en la nuca, fueron arrojados a pozos, hechos estallar con granadas dentro de sus apartamentos y aplastados por tanques mientras estaban dentro de sus vehículos.
“Les cortaron miembros, los degollaron. Las mujeres fueron violadas y asesinadas delante de sus hijos. Les arrancaban la lengua sólo porque sus agresores no escucharon lo que querían oír de ellos”, afirmó.
En los últimos días, imágenes espeluznantes de lo que parecían ser masacres de civiles perpetradas por las fuerzas rusas en Bucha, en las afueras de Kiev, antes de que se retiraran, han causado indignación a nivel mundial y provocado que naciones de Occidente expulsen a una gran cantidad de diplomáticos rusos y propongan sanciones adicionales, como la prohibición a las importaciones de carbón de Rusia.
Zelenskyy afirmó que tanto los que perpetraron los asesinatos como los que dieron las órdenes “deben ser llevados ante la justicia inmediatamente por crímenes de guerra” ante un tribunal similar al que fue utilizado en la Alemania de la posguerra.
El embajador de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, dijo que mientras Bucha estuvo bajo control ruso, “ni una sola persona local ha sufrido de alguna acción violenta”. Reiterando lo que el Kremlin ha sostenido durante días, declaró que las imágenes de los cadáveres en las calles eran “una burda falsificación” montada por los ucranianos.
“Sólo vieron lo que les mostraron. Los únicos que caerían en esto son los diletantes occidentales”, comentó.
Periodistas de The Associated Press en Bucha han contado decenas de cadáveres vestidos de civil y han entrevistado a ucranianos que fueron testigos de las atrocidades. De igual forma, imágenes satelitales de alta resolución de Maxar Technologies mostraron que muchos de los cadáveres llevaban semanas a la intemperie, durante el tiempo que las fuerzas rusas estuvieron en la ciudad.
Entre los muertos en Bucha, los periodistas de la AP vieron una pila de seis cuerpos calcinados. De momento se desconoce quiénes eran o cuáles fueron las circunstancias de su muerte. Un cuerpo probablemente era de un niño, comentó Andrii Nebytov, jefe policial en la región de Kiev. Una persona tenía una herida de bala en la cabeza.
El fiscal de la Corte Penal Internacional en La Haya abrió una investigación hace un mes sobre posibles crímenes de guerra en Ucrania.
Zelenskyy recalcó que Bucha era sólo uno de los lugares y que hay más en donde se ven horrores similares, una advertencia que compartió el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Stoltenberg, en tanto, advirtió que al retirarse de la capital, el ejército del presidente ruso Vladimir Putin está reagrupando sus fuerzas para desplegarlas hacia el este y sur de Ucrania para una “fase crucial de la guerra”.
El objetivo de Rusia es controlar la región de Donbás, una zona industrial de mayoría rusohablante que incluye a la destrozada ciudad portuaria de Mariúpol. “Moscú no ha renunciado a sus ambiciones en Ucrania”, señaló Stoltenberg.
Si bien los representantes de Ucrania y Rusia enviaron señales optimistas tras su ronda más reciente de negociaciones hace una semana, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, dijo que Moscú no aceptará la exigencia ucraniana de que un posible acuerdo de paz incluya una retirada inmediata de los soldados, seguida de un referéndum ucraniano sobre el acuerdo.
En un discurso televisado el martes, Lavrov afirmó que se tendría que negociar un nuevo acuerdo en caso de que la votación fracasara y “no queremos jugar al gato y al ratón”.
Funcionarios ucranianos dijeron que se han encontrado los cuerpos de por lo menos 410 civiles en localidades alrededor de Kiev que fueron recapturadas y que se descubrió una cámara de tortura en Bucha.
Zelenskyy declaró al Consejo de Seguridad que “no hay un solo crimen” que los soldados rusos no hayan cometido en Bucha.
“El ejército ruso buscó y mató intencionalmente a cualquiera que sirviera a nuestro país. Asesinaron a disparos a mujeres afuera de sus casas cuando sólo intentaban llamar a alguien. Mataron a familias enteras, adultos y niños, e intentaron quemar los cuerpos”, aseguró. Dijo que usaron tanques para aplastar civiles “sólo por placer”.
El martes, la policía y otros investigadores recorrieron las silenciosas calles de Bucha. Los sobrevivientes, en su mayoría de edad avanzada, que se escondieron en sus casas durante la ocupación rusa, deambularon junto a tanques calcinados y ventanas rotas mientras cargaban bolsas de plástico con alimentos y otra ayuda humanitaria. Los trabajadores de la Cruz Roja revisaron las casas que quedaron intactas.
Muchos de los muertos que los periodistas de la AP vieron parecían haber recibido disparos a quemarropa, y algunos tenían las manos atadas o la piel quemada.
La AP y la serie de PBS “Frontline” han verificado por lo menos 90 incidentes durante la guerra que parecen violar la ley internacional. El proyecto War Crimes Watch Ukraine investiga ataques aparentemente dirigidos, así como los indiscriminados.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, subrayó que las imágenes en Bucha no revelaban “una acción aleatoria por parte de una unidad rebelde”, sino “una campaña deliberada para matar, torturar, violar y cometer atrocidades”. Dijo que los informes de atrocidades eran “más que creíbles”.
“Sólo aquellos que no son humanos son capaces de esto”, dijo Angelica Chernomor, una refugiada de Kiev que cruzó a Polonia con sus dos hijos y vio las fotografías de Bucha. “Aunque la gente viva bajo un régimen totalitario, debe conservar sus sentimientos, su dignidad, pero no es así”.
Chernomor está entre los más de cuatro millones de ucranianos que han huido del país luego de la invasión del 24 de febrero.
Rusia ha rechazado señalamientos similares sobre atrocidades en el pasado, acusando a sus enemigos de falsificar fotografías y videos y de utilizar actores.
Mientras los gobiernos occidentales condenaban las muertes en Bucha, Rumania, Italia, España y Dinamarca expulsaron a decenas de diplomáticos rusos el martes, sumándose a medidas similares de Alemania y Francia. Cientos de diplomáticos rusos han sido enviados de regreso a su país desde el comienzo de la invasión, muchos acusados de ser espías.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, señaló que las expulsiones eran una medida “miope” que complicaría las comunicaciones y advirtió de “medidas recíprocas”.
Estados Unidos, en coordinación con la Unión Europea (UE) y el G7, impondrá sanciones adicionales contra Rusia el miércoles, incluida una prohibición a todas las nuevas inversiones en el país, comentó un funcionario de alto rango del gobierno estadounidense que habló bajo condición de anonimato.
De igual forma, el poder ejecutivo de la UE propuso una prohibición a las importaciones de carbón de Rusia, lo que representaría la primera ocasión en que el bloque de 27 naciones sanciona a la lucrativa industria energética del país a causa de la guerra. Se calcula que las importaciones de carbón ascienden a 4,000 millones de euros (US$ 4,400 millones) al año.
Horas antes de que se diera a conocer la más reciente propuesta, el ministro del Exterior de Ucrania, Dmytro Kuleba, afirmó que para evitar que ocurran “nuevas Buchas”, Occidente debe imponer “la madre de todas las sanciones” sobre el petróleo y gas rusos. “Unos meses de apretarse el cinturón salvarían miles de vidas”, dijo.
Pero los países de Occidente están divididos sobre hasta dónde llegar. Mientras algunos piden un boicot al petróleo y gas rusos, Alemania y otros temen que esa medida pueda sumir al continente en una grave crisis económica.