Tras la evacuación de casi un centenar de civiles, el ejército ruso reanudó los “ataques masivos” contra la acería de Azovstal, en la ciudad ucraniana de Mariúpol, donde aún se refugian cientos de personas, entre ellas 20 niños, denunció este lunes un jefe militar.
Así lo anunció en la televisión nacional el comandante de la 12.ª Brigada de la Guardia Nacional, Denys Schleha, informa la agencia local Ukrinform.
Según el comandante, cada día el enemigo “presiona más y más” para tomar el control del sitio.
El jefe militar aclaró que, según sus estimaciones, todavía quedan varios cientos de civiles en los búnkeres de Azovstal, incluidos hasta 20 niños.
Además, dijo que también hay unos 500 heridos que esperan puedan salir de la acería, y que se puedan llevar a “nuestros camaradas de armas caídos, que también es un número muy grande”.
El comandante militar aseguró que las fuerzas ucranianas que controlan la planta seguirán realizando sus tareas hasta el final.
“Los muchachos han estado repeliendo (al enemigo) durante 67 días y creo que han hecho todo lo posible y lo imposible, y continúan haciéndolo. Y cumpliremos todas las tareas que se nos presenten y defenderemos nuestra patria”, añadió.
Ucrania logró este domingo con la ayuda de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) evacuar a entre 80 y 100 civiles refugiados en la acería de Azovstal, después de múltiples fracasos y en lo que Kiev ha calificado como la operación más difícil desde que comenzó la guerra hace más de dos meses.
Ese primer grupo de evacuados se dirige al territorio controlado por Ucrania, según Ukrinform.
Por otra parte, cuatro civiles de Lyman murieron el domingo por el bombardeo de Rusia de la región de Donetsk en las últimas 24 horas, mientras que una persona herida de la región de Luhansk murió en Bakhmut, informó el servicio de prensa de la administración militar regional de Donetsk, según la misma agencia local.
Según el mismo informe, actualmente es imposible determinar el número exacto de víctimas en Mariúpol y Volnovakha.