Ucrania denunció el sábado los llamamientos rusos a “colgar” o infligir otra “muerte humillante” a los combatientes del regimiento ucraniano Azov, al día siguiente del ataque contra una prisión donde estaban detenidos algunos de ellos, que causó más de 50 muertos.
“No hay diferencia entre los diplomáticos rusos que piden la ejecución de los prisioneros de guerra ucranianos y las tropas rusas que lo hacen en Olenivka. Todos son cómplices de estos crímenes de guerra y deben ser considerados responsables”, afirmó en Twitter el portavoz de la diplomacia ucraniana, Oleg Nikolenko.
Reaccionó así al tuit publicado el viernes por la noche, en inglés, por la embajada rusa en el Reino Unido: “Los combatientes de Azov merecen ser ejecutados, pero no por un pelotón de fusilamiento sino por ahorcamiento. No son verdaderos soldados. Merecen una muerte humillante”.
El tuit fue marcado por violar “las reglas de Twitter relativas a las conductas odiosas”, pero sigue disponible etiquetado “de interés para el público”.
El regimiento Azov se destacó en la defensa de Mariúpol, punto estratégico al sudeste de Ucrania.
Tras largas semanas de asedio y resistencia en el sitio siderúrgico de Azovstal, en mayo, unos 2,500 combatientes ucranianos se vieron obligados a rendirse al ejército ruso.