El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atacó el domingo con virulencia la integridad del equipo del fiscal especial y exjefe del FBI Robert Mueller, pero legisladores republicanos advirtieron que se opondrían a un despido del funcionario.
"¿Alguien piensa que esto es justo? ¡Y sin embargo, NO HAY COLUSIÓN!", entre el equipo de la campaña que le llevó a la Casa Blanca y el gobierno ruso, reiteró Trump en la red Twitter.
Esta es la última fricción de una confrontación cada vez más intensa sobre la investigación de Mueller acerca de la supuesta colusión entre el equipo de Trump y Rusia para influir a su favor en las elecciones de 2016.
"¿Por qué el equipo de Mueller tiene 13 demócratas endurecidos, algunos grandes partidarios de la Deshonesta Hillary y cero republicanos? Un nuevo demócrata fue recientemente añadido", dijo Trump.
El presidente también apuntó nuevamente contra el exsubdirector del FBI Andrew McCabe, quien fue despedido el viernes dos días antes de su retiro profesional, y al exdirector del FBI James Comey, a quien Trump despidió el año pasado por la investigación sobre Rusia.
Hasta ahora, el presidente se había abstenido de atacar directamente a Mueller, el exdirector del FBI que se hizo cargo de la investigación sobre Rusia después del despido de Comey, el 9 de mayo de 2017.
Respetado en ambas tiendas políticas, Mueller había sido designado jefe del FBI por el presidente republicano George W. Bush y mantenido en el cargo por el demócrata Barack Obama.
Numerosos legisladores republicanos consideraron este domingo que la investigación de Mueller debe seguir adelante.
"Está avanzando a medida que va acumulando pruebas y pienso que es muy importante dejarle hacer su trabajo, sin interferencias", subrayó en CNN el senador por Carolina del Sur Lindsey Graham, según el cual varios de sus compañeros de partido comparten su punto de vista.
Si Trump tratara de despedir a Mueller, dijo Graham, "sería el comienzo del fin de su presidencia, ya que somos un Estado de derecho".
Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey que estuvo muy cercano a Trump durante la campaña, elogió la investigación de Mueller, "conducida con suma integridad, sin la menor filtración". "No sería apropiado que lo hiciera y no creo que lo haga", respondió al ser interrogado acerca de la hipótesis de que el presidente despidiera al fiscal.
Los líderes de la bancada republicana en las dos cámaras han permanecido por el momento silenciosos.
Tuits "pueriles y difamatorios"
A fines de enero, Trump había manifestado su disposición a declarar ante el fiscal especial, pero luego sus abogados dijeron que el presidente todavía no había decidido nada al respecto.
Según el diario The New York Times, los defensores de Trump recibieron recientemente de parte del equipo de Mueller una lista con las preguntas a las que el mandatario sería sometido si prestara declaración.
En una serie de tuits matinales, el presidente estadounidense atacó a Comey en una serie de tuits matinales, en los que también cuestionó a Andrew McCabe, afirmando que nunca tomó notas de las reuniones que mantuvieron, a diferencia de lo que dijo el exnúmero 2 del FBI.
Se trata de "Fake Memos" (notas falsas), al igual que las que Comey dijo haber tomado y entregado al fiscal Mueller, agregó Trump.
"No responderemos a cada uno de estos tuits pueriles, repugnantes y falsos del presidente", respondió Michael Bromwich, abogado de McCabe, y aseguró que la verdad será revelada "a su debido tiempo".
Comey ha dicho que hará conocer su versión de los hechos que rodearon su despido en un libro que publicará en un mes.
Para David Axelrod, exasesor de Barack Obama, estos ataques contra el equipo del fiscal especial demuestran una cosa: "Mueller se acerca y el presidente está cada vez más frenético".