Las diversas partes implicadas en la organización de los Juegos de Tokio, pospuestos del 2020 al 2021 por la pandemia de COVID-19, reafirmaron este viernes su intención de mantenerlos en las fechas previstas (23 julio-8 agosto), a pesar de las informaciones sobre una posible renuncia por parte del gobierno japonés.
“Estoy determinado a recibir unos Juegos Olímpicos seguros”, declaró el primer ministro Yoshihide Suga en una sesión parlamentaria, como muestra de “la victoria de la humanidad sobre el nuevo coronavirus”.
El comité de organización de Tokio-2020 recordó este viernes que está “completamente concentrado” en los preparativos para recibir la cita olímpica, junto con el gobierno japonés, la ciudad de Tokio, el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CIP).
Según el diario británico The Times, que citó el jueves una fuente en el seno de la coalición en el poder en Japón, el gobierno habría decidido ya de manera secreta renunciar a la organización de los Juegos este año, debido al recrudecimiento mundial de la pandemia, incluido Japón.
Como opción, el gobierno buscaría asegurar que Tokio organice los Juegos de 2032, la próxima edición disponible tras París-2024 y Los Ángeles-2028, según The Times.
‘Sin plan B’
Otros responsables japoneses desmintieron esta tesis. El portavoz adjunto del gobierno japonés, Manabu Sakai, declaró que no había “nada de verdad” en el artículo del Times y el gobernador de Tokio Yuriko Koike aseguró “no tener ni idea” del origen de esta información.
“Nos coordinamos estrechamente con el gobierno, el comité organizador y el COI” y “la verdad es que no ha habido ninguna discusión sobre una anulación o aplazamiento” de los Juegos, declaró Koike a la prensa.
Los comités olímpicos de Estados Unidos y Canadá reiteraron por su parte que se preparan para enviar a sus deportistas a Japón este verano boreal.
El presidente del Comité Olímpico Australiano Matt Carroll calificó de “rumor infundado” la información del diario británico, concediendo que se tratarán de “unos Juegos muy diferentes, concentrados en los deportistas y sus competiciones”.
En una entrevista con la AFP realizada el martes, el director general de Tokio-2020 Toshiro Muto afirmó que la celebración de los Juegos era “el punto inflexible” de la organización.
Frente a las dudas crecientes, el presidente del COI Thomas Bach insistió este viernes en un mensaje en vídeo en que “todo el mundo está decidido a hacer de estos Juegos Olímpicos, en seis meses, la luz al final del túnel en el que todos seguimos todavía”.
La semana pasada un ministro clave del gobierno japonés, Taro Kono, se mostró como una voz discordante estimando que no se podía excluir ninguna opción con respecto a los Juegos.
¿Juegos sin público?
En marzo, en el momento en el que la primera ola de coronavirus se propagaba por el mundo, el COI había tomado la decisión sin precedentes de aplazar los Juegos justo después de que Australia y Canadá anunciaran su intención de no enviar a sus deportistas a Tokio para una cita que tenía que haber comenzado en julio del 2020.
El recrudecimiento actual de la pandemia afecta también a Japón, donde la opinión pública se opone ahora a la organización de los Juegos, prefiriendo un nuevo aplazamiento o la anulación, según sondeos recientes.
Con elecciones legislativas en Japón dentro de unos meses, el Partido Liberal-Democrático (PLD), en el poder, “podría aceptar un riesgo enorme organizando estos Juegos muy impopulares”, estimó Amir Anvarzadeh, analista de Asymmetric Advisors.
“Es casi una certeza”, visto el número de personas implicadas y el número de variantes del COVID-19 en circulación, que los Juegos provocarían un aumento de los contagios, añadió.
La asociación médica de Tokio sugirió este viernes que el evento se desarrolle sin público. La organización, que espera que los aficionados puedan acudir, aunque posiblemente de manera limitada, deberá decidir sobre la cuestión.
“No puede haber tabú para garantizar unos Juegos seguros”, aseguró Thomas Bach, citando una serie de medidas que van desde “reglas de inmigración y cuarentena” a “la cuestión de la vacunación y la de los espectadores”.
Por su parte, el director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Michael Ryan, habló este viernes sobre el asunto: “Deseamos que los Juegos se disputen por su valor simbólico, pero tenemos que tomar, desde hace un año, decisiones basadas en las pruebas, en la ciencia y en los riesgos”.
Esos riesgos son “reevaluados permanentemente por el gobierno japonés y el COI”, añadió Ryan, que ve “difícil imaginar que los Juegos se disputen en el contexto de una situación de emergencia en Tokio”.