Las prohibiciones a las presentaciones en vivo impuestas por la cuarentena dejaron a muchos músicos británicos en la pobreza, lo que impulsó una campaña para que obtengan una mayor parte de los beneficios de transmitir sus canciones en línea.
“Me están contactando muchos artistas jóvenes que tienen millones de transmisiones de 200,000 oyentes mensuales y no ganan el salario mínimo”, dijo el músico Tom Gray, de la banda independiente inglesa Gomez.
Gray ha fundado la campaña Broken Record para presionar a la industria para que haga más por las personas que hacen música.
Si bien Gomez ha acumulado millones de reproducciones en Spotify, la plataforma de música online líder en el mercado, para Gray esto equivale a “unos pocos centavos”.
Esto se debe a que el dinero pagado por los consumidores por las principales plataformas de música van a un bote central que se distribuye a los artistas de acuerdo con su participación en el mercado.
Así que si alguien paga 10 libras (US$ 12) mensuales y sólo escucha a Gomez, su dinero igual se abrirá paso entre los principales artistas del mundo y sus sellos discográficos.
Las compañías de streaming dicen que están haciendo todo lo posible para ayudar a los artistas durante la cuarentena.
Spotify se ha comprometido a igualar las donaciones a organizaciones benéficas de música hasta un total de US$ 10 millones y Apple Music lanzó un fondo de US$ 50 millones para sellos discográficos y distribuidores independientes.
La organización benéfica Help Musicians UK ha pagado 8.5 millones de libras a 17,500 músicos que se han quedado sin dinero para lo básico.
Pero muchos más músicos quedaron excluidos de los programas de apoyo estatales porque sus ingresos son irregulares. Un sondeo del Sindicato de Músicos halló a principios de mayo que el 38% no calificaba para recibir ayuda del gobierno.